L D (EFE) Alemany, a quien probablemente sustituirá el principal accionista del club, Vicente Grande, justifica su marcha por el gran desgaste sufrido en los últimos años. Aunque reconoce que era un día triste para él, subrayaba en una rueda de prensa celebrada en el estadio de Son Moix que el fútbol "exige velocidad en la toma de decisiones", porque "lo más difícil es saber irse en el momento adecuado". "Han sido 16 años de mi vida muy intensos, con entrega y dedicación absoluta al Mallorca, y mi adiós no es fruto de una decisión apresurada, sino largamente madurada", explica.
El hasta ahora presidente, que rechaza todas las preguntas sobre su futuro, tanto las relativas a su continuidad en el organigrama del club como fuera de él, recordó a tres presidentes que le precedieron, Miquel Contestí, Miquel Dalmau y Antonio Asensio. "De todos aprendí muchas cosas, y mi reconocimiento también abarca a varias personas de la entidad, a los socios, aficionados y periodistas porque el Mallorca fue para mí muy especial, mucho más que un lugar de trabajo", indicaba. Dice que se iba "orgulloso del trabajo realizado" e insiste en que a pesar de que iba a pasar "a un segundo plano", el club le tendrá "a su disposición cuando lo necesite".
Mateo Alemany insiste en que la decisión de abandonar la presidencia estaba tomada "independientemente de que el Mallorca estuviese ahora en Segunda y no en Primera" y asegura que el entrenador argentino Héctor Cúper, que supeditó su continuidad a que él siguiera en el club, "continuará al frente de la dirección técnica". Niega también que haya "grupos enfrentados" en el Consejo de Administración y reitera su convencimiento de que ahora "empezará un ciclo brillante para el Mallorca". "Ahora debo ser coherente conmigo mismo, con mi familia. He sufrido mucho, aunque por mi manera de ser no se notara, y ha llegado la hora de disfrutar de verdad del Mallorca y del fútbol", concluyó.
El hasta ahora presidente, que rechaza todas las preguntas sobre su futuro, tanto las relativas a su continuidad en el organigrama del club como fuera de él, recordó a tres presidentes que le precedieron, Miquel Contestí, Miquel Dalmau y Antonio Asensio. "De todos aprendí muchas cosas, y mi reconocimiento también abarca a varias personas de la entidad, a los socios, aficionados y periodistas porque el Mallorca fue para mí muy especial, mucho más que un lugar de trabajo", indicaba. Dice que se iba "orgulloso del trabajo realizado" e insiste en que a pesar de que iba a pasar "a un segundo plano", el club le tendrá "a su disposición cuando lo necesite".
Mateo Alemany insiste en que la decisión de abandonar la presidencia estaba tomada "independientemente de que el Mallorca estuviese ahora en Segunda y no en Primera" y asegura que el entrenador argentino Héctor Cúper, que supeditó su continuidad a que él siguiera en el club, "continuará al frente de la dirección técnica". Niega también que haya "grupos enfrentados" en el Consejo de Administración y reitera su convencimiento de que ahora "empezará un ciclo brillante para el Mallorca". "Ahora debo ser coherente conmigo mismo, con mi familia. He sufrido mucho, aunque por mi manera de ser no se notara, y ha llegado la hora de disfrutar de verdad del Mallorca y del fútbol", concluyó.