Con la mochila cargada de emociones, de ilusiones y de confianza ciega. La que otorga ser la reina de Europa los dos últimos campeonatos. Así afronta España el Europeo de balonmano que arranca este jueves en Hungría y Eslovaquia y en el que los de Jordi Ribera aspiran a su tercer oro continental consecutivo, algo que no consigue nadie desde que lo hiciera Suecia en 1998, 2000 y 2002.
La selección ya está en la ciudad eslovaca de Bratislava donde va a jugar los tres partidos de la primera fase ante República Checa (jueves, 18.00 h), Suecia (sábado, 20.30 h) y Bosnia (lunes 18.00 h). Ya ha hecho dos entrenamientos por aquellas tierras y el seleccionador tiene claro "el compromiso evidente que tienen todos los jugadores. Compaginamos jóvenes y veteranos pero esto es un grupo que va por el mismo camino".
Un grupo que va evolucionando porque la vida pasa para todos. Del bronce olímpico espectacular del pasado verano se caen Raul Entrerríos, Julen Aguinagalde (puso fin a su etapa en la selección), Alex Dushevaev (lesionado) y Viran Morros, Daniel Sarmiento, Valero Rivera y Dani Dushevaev con los que el seleccionador no ha contado esta vez.
Vienen por primera vez a una convocatoria Agustín Casado, Ian Tarrafeta, Kauldi Odriozola, Sergey Hernández, Chema Márquez e Iñaki Peciña, todos nuevos en estas lides y que verán en persona lo que es un campeonato de Europa. Llega Aitor Ariño tras su grave lesión de rodilla que le impidió estar en Tokyo y regresa Joan Cañellas que se cayó de la lista de los Juegos. Jordi Ribera ha incluido, tocados, al meta Rodrigo Corrales y a Jorge Maqueda. Todo para intentar "el mejor bloque".
En un camino lleno de espinas, como siempre son los europeos, España jugará esta primera fase con las selecciones citadas (especial atención a una Suecia, actual subcampeona del mundo pero a la que ganamos en cuartos de los Juegos Olímpicos). Las dos primeras pasarán con los resultados cargados a la espalda a la segunda fase con cuatro selecciones más, las dos primeras de otros dos grupos. Allí, en teoria, estarán Alemania, Polonia, Noruega y, quizá la anfitriona Eslovaquia. De ese segundo grupo, sólo dos lucharán por las medallas.
España ha competido siempre bien en este torneo, plata en 2016 y oro en 2018 y 2020 y la selección combina estos éxitos con un bronce en el último Mundial y en los Juegos de este verano. Jordi Ribera quiere ir "partido a partido" porque considera "básico el ir acumulando sensaciones día a dia". La selección afronta como un reto poder encadenar el triplete histórico de oros pero lo importante es verse día a dia.
La rocosa República Checa se nos cruza en el camino para comenzar. Siempre es un dolor de cabeza arrancar un torneo porque las sensaciones no están claras. La selección se ha probado con éxito en el Torneo Internacional disputado en Cuenca pero ha tenido pocos días de entrenamiento en tierras eslovacas. El sábado la potente Suecia nos probará en lo que será el partido más importante de estos días.
Una buena prueba la que tiene el combinado nacional. Un grupo que ha tenido que ir asumiendo que la generación gloriosa ha pasado y que quedan cosas que pulir. La fundamental unir a jóvenes y veteranos, labor para la que la Federación tiene fe ciega en Jordi Ribera. Como para no tenerla tras los últimos éxitos.