De campeón mundial de Muay Thai a modelo e 'influencer': así es la meteórica carrera de Rubén Rondón

El Aniquilador ya está aquí. Un chico modoso de 20 años, con apariencia de no haber roto un plato en su vida, pero que luego es otra persona distinta en el ring y pega durísimo, "hasta destrozarte sin piedad". "Parecía un niño pijo, pero a la hora de pelear se transforma a lo bestia. Es algo así como el Doctor Jekyll y Mister Hyde". Son palabras de Antonio Ricobaldi, director ejecutivo de la promotora Unlimited Global Challengers (UGC), sobre Rubén Rondón (Valladolid, 2001).

Ambos atienden a un equipo de Libertad Digital en el XFitness Abrantes. Gym &Dojo, el gimnasio que Ricobaldi tiene en Abrantes —uno de los siete barrios que componen el distrito madrileño de Carabanchel— y donde Rubén entrena a diario a sus órdenes, además de en el Hotel Anaco, situado junto a la Plaza del Carmen —en pleno corazón de la capital—.

Pero, ¿quién es Rubén Rondón? Estamos ante la nueva perla de los deportes de contacto en España. Se trata del campeón del Open Mundial Amateur de Muay Thai por la WKA —la federación más antigua y una de las más prestigiosas del mundo— y siete veces campeón de España en tres federaciones distintas, mientras que su último título, logrado el pasado mes de septiembre, ya es en categoría neoprofesional en Strike K1 —una condición superior—. Rubén tiene un currículum sencillamente envidiable para cualquier peleador, con un balance de 48 victorias —la mitad de ellas por KO— y sólo cuatro derrotas en 52 peleas, aunque sabe que llegarán más derrotas porque "de ellas se aprende".

Pero no sólo eso, sino que Rondón también triunfa como modelo, influencer —tiene más de 100.000 seguidores en la red social Tik Tok— e incluso actor, habiendo aparecido ya en anuncios de las marquesinas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid y en conocidos programas de televisión.

Una vida difícil

Para llegar hasta la cima, este joven vallisoletano de 20 años, que lleva ligado toda la vida a los deportes de contacto —empezó con el kárate a los tres, cuando apenas podía levantar un palmo del suelo— ha tenido que superar no pocas vicisitudes en la vida. Criado en un barrio modesto de la capital castellano-leonesa, Rubén fue víctima del bullying (acoso escolar) tanto en el colegio como en el instituto, por lo que tuvo que aprender a pelear para saber defenderse.

Siendo un adolescente vivió la separación de sus padres. Se fue a vivir con su padre, la pareja de éste y los tres hijos de la mujer, que le exigía a Rubén que le costeara a la nueva familia los desplazamientos a los campeonatos. Rondón se negó de forma rotunda y, con sólo 16 años, se encontró con la maleta en la puerta de casa, cerrada desde entonces para él a cal y canto. Era sólo un niño y tenía que buscarse la vida.

Y esa nueva vida comenzó en Madrid. O en la localidad de Azuqueca de Henares, en Guadalajara, a 50 kilómetros de la capital de España, para ser preciso. Allí se disputó en junio de 2019 el Open Mundial Amateur de los deportes de contacto por la WKA y la Federación Internacional de Muay Thai (FIMT). Un evento al que Rubén, que entonces ni siquiera había llegado a la mayoría de edad (17 años), se presentó lesionado y sin entrenador. El joven peleador estaba "sin esquina" —como se dice en el mundillo— pero con todas las ganas de comerse el mundo. A Rondón le acogió el club Cobra Kai de Madrid, que entonces llevaba Ricobaldi, y fue ganando peleas para acabar convirtiéndose en campeón del mundo.

Antonio Ricobaldi —Toni, dentro de los deportes de contacto— se convirtió desde entonces en su nuevo entrenador y Rubén fue encadenando "éxito tras éxito", proclamándose siete veces campeón de España y conquistando el título neoprofesional de Strike K1.

Su otro ‘ángel’ de la guarda

Junto a Ricobaldi, su otro ‘ángel’ de la guarda es Ángel García, exkarateca y productor del llamado cine quinqui (colaborador de Eloy de la Iglesia en películas como El pico, El pico 2 o La estanquera de Vallecas), a quien conoció en un evento de deportes de contacto llamado Rude Boys. Hoy en día Rubén vive en casa de Ángel, que se ha convertido en su segundo padre, y entrena a las órdenes de Antonio en el XFitness Abrantes. Gym &Dojo, además de impartir clases de Muay Thai a niños y adultos en este local.

Está a punto de dar el salto a profesional y ya prepara su próxima pelea contra Luis Pride Escudero, un luchador profesional mexicano de artes marciales mixtas (MMA) y Muay Thai. Un combate que ambos luchadores ya se han encargado de ir calentando en las redes sociales, con millones de visitas en los distintos vídeos que han salido a la luz.

Rubén ya ha realizado varias campañas de publicidad con una agencia que le fichó a los 18 años y acaba de terminar dos cursos de interpretación porque Rubén sueña con convertirse en un actor "como los de Élite", como explica en la entrevista a Libertad Digital.

Actor, modelo e influencer. Rondón quiere compaginar estas tres facetas, sin perder de vista, por supuesto, la de luchador. Su objetivo a corto plazo es ascender a categoría profesional y su sueño, "ganar el ONE Championship y competir en la UFC", la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo. Pero Rubén también tiene otro sueño, quizá más mundano: comprarle una casa digna a Yolanda, su madre.

"Él ya ayuda a su madre todos los meses, pero espera que pueda venir a Madrid para vivir juntos en la casa que él le va a querer comprar y, de hecho, le va a comprar", dice Antonio Ricobaldi sobre el gran sueño de Rubén Rondón. "Que su madre se sienta más orgullosa todavía de Rubén, como todos lo estamos de él", apuntó el director ejecutivo de UGC a este periódico.