Marta Domínguez ha sido una leyenda del deporte español en el mundo del atletismo. No en van consiguió ser dos veces campeona de Europa en los 5.000 metros de Múnich en 2002 y Gotemburgo 2006 y quedó segunda en el mundial de Edmonton de 2001 y París 2003. Su palmarés era encomiable, pero todo se enturbió en el año 2010.
Hace 11 años, en el contexto de la denominada Operación Galgo, se unió el nombre de Marta Domínguez con el del dopaje. La investigación de la Guardia Civil acabó relacionando a la atleta con esta trama y a partir de ahí todo fue mal a nivel deportivo y vital.
Según informa Esdiario, Marta Domínguez ha pasado de ser una atleta reconocida y admirada que competía al más alto a nivel a trabajar como vigilante de seguridad de la Estación del AVE de Palencia, su lugar de nacimiento y residencia, algo que respetando el oficio en cuestión, no deja de ser sorprendente teniendo en cuenta el pasado de la atleta española.
Hay que recordar que en su día, la jueza exculpó a Marta Domínguez de las acusaciones de suministrar recetas sin permiso y delito fiscal, pero mantuvo sus sospechas sobre que la palentina hubiera sido consumidora de sustancias dopantes. Fue sancionada. Además, en 2015, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) reconoció su dopaje y le quitó su oro en los mundiales de Berlín y la plata de los europeos de Barcelona.