La Vuelta a España, además de espectáculo, nos muestra historias de superación admirables como la que está viviendo el ciclista del Euskaltel Euskadi Joan Bou.
El español sufrió una durísima caída en Santa Cruz de Bezana. Los médicos y su propio equipo le aconsejaron que se bajara de la bicicleta, pero Joan es duro como el hierro. Se empeño en seguir a pesar de estar tremendamente dolorido, con magulladuras, cuatro puntos en el codo...
#LaVuelta21 #EuskaltelEuskadi Las dos caras del ciclismo: @MikelBizkarra en la escapada del día... pero caída de @JoanBou97 / Txirrindularitzaren bi aldeak: Bizkarra ihes eginda; Bou, berriz, erori da 😥 #AupaEuskadi pic.twitter.com/RyxGQ4W4EW
— FundaCiclistaEuskadi (@FundaCiclisEusk) August 31, 2021
Bou confesaba en una entrevista al diario Marca el infierno que pasó hasta llegar a meta: "Lo pasé muy mal. Estuve desde el kilómetro 8 con quemazón y hasta meta sufrí mucho. Tengo cuatro puntos en el codo, la costilla me da dolores, rozaduras en la cadera... Se dice que los ciclistas somos de otra pasta. Lo pasas tan mal encima de la bici estando bien que, estando mal, es otro tipo de sufrimiento pero se puede llevar".
Ayer fue una etapa dura para muchos de los ciclistas de #LaVuelta21 . @JoanBou97 fue uno de ellos, pero gracias a la casta que tiene consiguió salvar el día. Mucho ánimo a los afectados de la caída! 💪🏼@FundaCiclisEusk @Orbea #IndarrakBatuta pic.twitter.com/4iQAbmlPdE
— Xabi Goikoetxea Goiogana (@Xabi_gg) September 1, 2021
Bou solo tiene un objetivo. Acabar la Vuelta. Como un auténtico superviviente, cada etapa es un sufrimiento extremo, pero él está empeñado en llegar a Madrid: "Mi objetivo es sobrevivir en carrera. Al final ahora lo que quiero es acabar esta Vuelta. Si te pasa en la primera semana me lo pensaría, pero a cinco días de acabar, lo último que se te pasa por la cabeza es abandonar".
El ciclista valenciano, que ahora mismo ocupa el puesto 98º de la general, nos deja una lección admirable. El esfuerzo titánico por conseguir una meta en esta vida, aunque sea como en su caso teniendo que aguantar dolores infernales, siempre merece la pena. Grande Joan.