Fue un negacionista convencido de "la farsa del coronavirus" durante muchos meses. "No existe", repetía una y otra vez. "Es un invento". Se negó a vacunarse e intentó convencer a sus familiares para que no lo hicieran, incluso a su madre de 85 años, lo que provocó disputas varias con su hermana.
Meses después, desgraciadamente, el ex piloto Jorge Lis -en la actualidad es coach de pilotos-, no puede estar más arrepentido de su actitud. Se encuentra conectado a un respirador, en coma inducido, debatiéndose entre la vida y la muerte.
A principios de julio comenzó a sentir los primeros síntomas. Dolor de cabeza, cansancio y algo de fiebre. No le dio importancia. A sus 46 años, deportista y sin patologías previas, jamás pensó que el coronavirus le iba a llevar al hospital días después. La situación continuó empeorando, desarrolló neumonía bilateral y desde hace 15 días se encuentra en coma inducido.
Su hermana, Elena, asegura que Jorge, que se mostraba "tremendamente arrepentido de su negacionismo" les pidió que contasen su historia, por si podría valer de algo. El 13 de julio, antes de que su estado de salud empeorase de manera crítica, escribía una misiva a su hermana: "Tengo miedo Elena, de que por haber sido un cafre ahora no podamos frenar esto. Esta semana ha sido de golpe una de mis mayores lecciones de vida. Pasar mucho tiempo en Twitter, etc, me había radicalizado al extremo. Ojalá me hubiera vacunado".