El Real Madrid vivió una época dorada desde 2014 hasta 2018 con la consecución de cuatro Copas de Europa y un trofeo de LaLiga. Fueron cinco años brillantes en los que faltó regularidad en el campeonato nacional pero todo lo contrario en escenario europeo, el club blanco ganaba a todo el que se le ponía por delante. El equipo lo dirigía Zinedine Zidane y lo lideraba Cristiano Ronaldo. Pero todo cambió con la marcha del astro portugués.
Tras levantar la decimotercera Champions, tanto Zidane como Cristiano abandonaron el barco, lo que llevó al club a entrar en un periodo de transición, pues su máximo goleador ya no iba a marcar más con esa camiseta. Si realizamos la división de los tantos de Cristiano con el Real Madrid (451) entre las temporadas que vistió la camiseta merengue (9), nos sale una media de 50,1 goles por temporada. Es una cifra al alcance de muy pocos jugadores.
El error del club blanco fue creer que, sin Cristiano, los demás jugadores iban a dar un paso adelante y sostener al equipo, pero era un hecho que el Real Madrid iba a marcar muchos menos goles. Y así fue, en la última temporada de Cristiano (17/18) los merengues marcaron 96 goles, en la siguiente campaña, ya sin el crack luso, hicieron 33 dianas menos (63).
Pues la historia puede volver a repetirse con la marcha de Raphael Varane y Sergio Ramos, no en cuanto a número de goles, que también, ya que Sergio Ramos acostumbró a ser determinante de cara a puerta, sino en términos de solidez defensiva, carácter y regularidad. Quizás las tres palabras que mejor explican por qué el Real Madrid ganó la famosa liga del coronavirus, la anterior a la recién terminada. Y en esa plantilla Ramos y Varane eran intocables.
Es verdad que el fichaje de David Alaba puede cubrir con creces uno de los dos huecos que dejan el sevillano y el francés, y también es cierto que el final de temporada de Nacho y Militao fue encomiable, pero parece insuficiente pensar que los tres puedan suplir el gran trabajo y recorrido conseguidos por Ramos y Varane, quizás el Real Madrid debería pensar en reforzar todavía más esa zona.
Cabe destacar el abultado número de lesiones que acumulan en la casa blanca año tras año, ese puede ser otro factor clave que mueva a Nacho o a Alaba a otras zonas del campo en momentos puntuales, dejando prácticamente cojo el centro de la zaga. Mbappé sería uno de los fichajes más importantes de la historia del Madrid, pero si algo ha permanecido sólido durante años en el Real Madrid ha sido su defensa.