Tiger Woods volvió a nacer tras el grave accidente de tráfico que sufrió este martes en Los Ángeles. El sheriff del condado, Alex Villanueva, resume en una frase como la Diosa fortuna se alío con el golfista: "Tiene suerte de estar vivo". En el momento del accidente ningún coche circulaba en dirección contraria en Hawthorne Boulevard, la vía rápida de dos carriles que Tiger se cruzó a la salida de una curva en bajada para acabar dando vueltas de campana en un lugar poblado de árboles.
El cinturón de seguridad y la robustez del Hyunday Genesis GV80, fueron decisivas para que Tiger salvara la vida.
Tiger, que llevaba sin competir desde diciembre después de someterse a una discectomía para recolocar uno de los discos que pinzaba el nervio ciático, tenía esperanzas puestas en regresar antes del Masters de Augusta (8 al 11 de abril). Ahora, tras el accidente que ha sufrido y por el que ha tenido que ser operado de las graves lesiones producidas en sus extremidades, su participación en Augusta parece muy complicada.