El ahogamiento en el agua es la tercera causa de muerte accidental en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cerca de 370.000 personas mueren al año en todo el mundo por este motivo (cada hora pierden la vida 42 personas) y en España se registraron 440 muertes por esta causa en todo 2019, según el Informe Nacional de Ahogamientos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
El joven madrileño Ignacio Cuesta estuvo a punto de formar parte de estas estadísticas a comienzos del año 2016 mientras practicaba surf, una de sus grandes pasiones, en una playa del mar Cantábrico. "Me cogió el pico de una ola en la propia tabla y rompió conmigo. Es lo peor que te puede pasar porque, aparte del golpe, el revolcón de la ola puede hacer que te marees. Por si fuera poco, estaba con el neopreno y una licra encima que me estaba ahogando. Me la tuve que quitar mientras trataba de subir a la superficie, pero el remolino que se había formado me arrastraba hacia abajo y no lograba salir a la superficie. Afortunadamente, aquí estoy contándotelo ahora. Cuando entras en pánico, por muy experto que seas en el agua, te puedes ahogar y quedar inconsciente. Y si no te rescatan pronto, mueres. No sólo por ahogamiento, sino incluso también por hipotermia, como le ocurrió por ejemplo a Di Caprio en Titanic".
Es el escalofriante relato que el propio Ignacio hace a este redactor durante una distendida charla mantenida en una cafetería del centro de Madrid. Allí explica a Libertad Digital, café mediante y en presencia de Paloma Almagro –una de las responsables de la agencia de comunicación, marketing y publicidad 3AW–, que esa fatídica experiencia fue el origen de Wuanap, el collar salvavidas inteligente capaz de detectar situaciones de peligro y activar un flotador que te saca la cabeza a la superficie para que puedas recuperar la respiración. Un novedoso sistema de inflado integrado, cómodo, flexible y que no necesita una bombona de CO2 como la que se emplea, por ejemplo, en los chalecos salvavidas.
"Por muy experto que seas, el mar te la juega"
En cualquier caso, Cuesta deja claro que "no fue ese día cuando se me ocurrió la idea (del collar inteligente) porque lo único que quería era llegar a la orilla y estar tranquilo". "Pero aquella experiencia", añade, "sí me sirvió para aprender que el mar siempre te puede generar un problema si quiere y que te la puede jugar, por muy experto que seas en el agua, que hay que tenerle respeto y no meterte solo tan adentro".
El caso es que Ignacio volvió a surfear en las playas de Sopelana (Vizcaya) en mayo de 2016, en el impasse de un trabajo que acababa de dejar y otro que estaba a punto de comenzar. Recordó lo que le había ocurrido cuatro meses atrás y se empezó a preguntar por qué las actividades acuáticas no disponían de una solución de seguridad como otras disciplinas deportivas tales como el esquí, el ciclismo o los deportes de motor.
"Aproveché esa semana para desconectar. Me fui solo a la zona de Sopelana, donde las playas son la leche y se come muy bien. Cuando estás en modo donde no tienes que pensar en nada, es cuando tu cerebro tiene espacio para pensar más allá de la rutina. Estaba en la orilla y vi que una ola golpeaba a un surfista y lo tiró al agua. Recordé entonces mi propia experiencia y me dije: ¿Cómo es que no existe un sistema de seguridad para el agua? ¿Cómo puede haber un sistema para ciclistas o conductores, pero no para el agua?", explica Ignacio Cuesta.
"Disfruta el agua de forma segura"
Así es cómo empezó a rumiar la idea de Wuanap, un producto que sale al mercado bajo el lema "Disfruta el agua de forma segura" (Enjoy water safely) y que, a buen seguro, empezará a estar disponible en el mercado en la primavera de 2021. Pero, ¿cuál es el mecanismo del collar? Así lo explica Ignacio Cuesta a Libertad Digital: "Todos los mamíferos tenemos unos receptores en los ojos y en la nariz que detectan la presencia de agua y le mandan esas señales al cerebro. Hasta que tus receptores no estén fuera del agua, no van a mandar una señal a tu cerebro para que recuperes la respiración. El caso es que aquí, si tienes un accidente y te quedas inmóvil o inconsciente, entras en convulsiones. Entonces el collar se activa y a los cinco segundos te saca la cabeza fuera del agua, te pone la barbilla en el punto más alto, con la boca y la nariz totalmente libres de agua para que recuperes la respiración".
Una vez a salvo, Wuanap emite una señal GPS a los servicios sanitarios más cercanos avisando del accidente, con el fin de que puedas ser rescatado y quedar a salvo. La clave del collar es la placa base, integrada en el tecnología SmartLifeCollar, con acelerómetro, barómetro, comunicación de última generación y diversos sensores que monitorizan constantemente las actividades que el usuario realiza "dentro y fuera del agua" para que pueda detectar automáticamente si se encuentra en una situación de peligro, sea cual sea su actividad (natación, buceo, surf, windsurf, saltos de trampolín, pesca submarina…). "El algoritmo y los patrones son secretos, con muchos sensores. Lo que hace inteligente al collar es su placa base, que monitoriza las actividades del usuario cualesquiera que sean. Nos regimos por unos patrones de movilidad, aceleración, de posición… para saber cuándo estás en problemas y poder sacarte fuera del agua", explica Ignacio Cuesta al respecto.
"Cuando entras en pánico acabas muriendo por mucha experiencia que tengas en el agua", añade el creador de Wuanap para exponer cuál es el proceso de ahogamiento de una persona. "Te terminas cansando, no oxigenas bien y tragas agua de más. En vez de respirar, tu glotis se bloquea y en ese momento el cuerpo se queda inconsciente. Tienes un plazo de entre 30 segundos y un minuto, aproximadamente, para que alguien te rescate. Si nadie te rescata en ese tiempo, entras en parada cardiorrespiratoria, tus pulmones se llenan de agua y necesitas una reanimación. Si en cinco minutos no te rescata nadie, lo normal es que mueras ahogado. Pero si en ese tiempo de 30 segundos-1 minuto en el que te quedas inconsciente, alguien te saca la cabeza fuera del agua, entonces recuperas la consciencia y la respiración de manera automática. Ésa es la clave", señala Ignacio Cuesta, dejando claro en todo momento que la prioridad de Wuanap es que el collar se active incluso antes de que la persona pueda quedar inconsciente.
Siete situaciones en las que se activa
¿Cuáles son las situaciones concretas en las que se activa Wuanap? Ignacio Cuesta y el equipo de ingenieros del que se ha rodeado las tienen muy determinadas. Son estas siete:
Cinco en las que el collar se infla de manera automática:
- Inconsciencia
- Inmovilidad
- Ataque de pánico
- Convulsiones
- Límite de apnea –cantidad de segundos que puedes estar sin respirar debajo del agua–
Y dos de forma manual:
- Botón manual, situado en la parte de la nuca
- Grito debajo del agua
Ante estas situaciones, llevando el collar Wuanap, resulta difícil pensar que puedas ahogarte.
El caso de Kepa Acero
Ignacio Cuesta quiere hacer hincapié en algunas de ellas y especialmente en la de la inmovilidad, poniendo para ello el ejemplo de Kepa Acero, uno de los mejores surfistas del mundo que, en enero de 2017, se salvó de milagro de quedar parapléjico tras un accidente en la playa de Mundaca (Vizcaya). "Él iba a surfear allí todos los días, se conocía la playa de memoria, pero se repente un día cayó en una de las olas. Se rompió el cuello y uno de los amigos que fue con él vio que no salía y le acabó sacando la cabeza del agua. Se rompió dos vértebras. Estaba consciente, pero si pierdes la movilidad, por muy consciente que estés, no vas a poder hacer nada. El collar también detecta estas situaciones y te saca fuera", explica.
"Luego están también las situaciones de ataque de pánico, donde todo el mundo que se está ahogando hace lo mismo", señala Cuesta. "Movimientos verticales, nada de movimientos horizontales, y no acabas de salir a la superficie. Sales muy poquito, cuatro veces como mucho, y a la quinta es cuando la glotis se acaba bloqueando y te quedas inconsciente".
Lógicamente, una tecnología como la del SmartLifeCollar tiene que ir vinculada a una aplicación móvil (que próximamente estará disponible para iOS y Android) a la altura que monitorice tus hábitos en el agua. "Cuando sincronizas tu móvil con el collar, la primera pregunta que te hace la app es: ¿cuánto tiempo aguantas sin respirar? Lo normal es que sea entre 30 y 40 segundos", explica al respecto el creador de Wuanap.
Pensado para cualquier actividad acuática
"Luego el collar va a saber qué deporte estás practicando en todo momento. Funciona por un maxim learning que le permite saber si estás buceando, haciendo windsurf o pesca submarina, nadando, tirándote de trampolín… el deporte acuático que registra más muertes es el de pesca submarina porque no existe ese protocolo que hay en la apnea deportiva. Habitualmente van solos, o a veces con gente, pero muy separados", señala.
Una de las grandes ventajas de Wuanap es el sistema de carga, de forma inalámbrica e incluso con la posibilidad de realizarla con el collar mojado. "La aplicación te pregunta incluso cuánto quieres que dure la batería", dice su inventor. Pero, ¿cuánto dura? "Mínimo seis horas de actividad con el GPS a muerte todo el rato y hasta una semana sin problema. ¿Por qué tanto tiempo? Porque la placa base necesita muy poca energía para monitorizar todas tus actividades", responde Ignacio Cuesta.
Tres versiones
En principio Wuanap saldrá al mercado entre los meses de mayo y junio de 2021, "como tarde", con una producción inicial de al menos 1.000 unidades, con tres versiones diferentes.
- Wuanap Pro para adultos, con un algoritmo completo, GPS, App y Water Sport Tracking, que analiza la actividad deportiva del usuario (unos 250 euros)
- Wuanap Kids, con algoritmo completo, GPS y control parental desde la aplicación móvil, con el fin de evitar que los niños hagan un uso inadecuado del producto (cerca de los 125 euros)
- Wuanap SOS, con algoritmo básico, activación manual, GPS y control desde la App (en torno a los 190 euros)
"Los precios dependerán en cualquier caso del coste que tengamos", aclara a este periódico Ignacio Cuesta, que espera que Wuanap se convierta en un futuro no muy lejano en el producto de referencia de las actividades acuáticas para millones de usuarios en todo el mundo, sustituyendo al chaleco salvavidas. "Un chaleco salvavidas es más barato, cierto, porque cuesta entre 50 y 150 euros, pero no me garantiza tener la cabeza fuera del agua. Aquí, en cambio, voy a tener la cabeza fuera y cien por cien de movilidad", dice al respecto el emprendedor madrileño, que hace hincapié en lo necesario que se convierte su producto para los niños.
"Conozco el caso de unos padres que estaban celebrando una barbacoa. Uno de ellos fue un momento a la casa y vio que un niño se estaba ahogando en la piscina. Tuvo la suerte de que pasaba por allí. Como te despistes un minuto, un niño entra en pánico y se puede ahogar, así que el collar te puede dar años de tranquilidad y de vida. No tienes que estar pendiente todo el rato y te evitas más de un susto", asegura.
Cómodo, versátil y ligero
Además, Ignacio Cuesta ahonda en otras ventajas de Wuanap frente al chaleco salvavidas, como su peso, movilidad y versatilidad: "Ni 300 gramos va a pesar el collar, que además no tira ningún cartucho de CO2. Tiene que ser un producto cómodo porque, si no, la gente no se lo va a poner. Además, Wuanap lo van a poder utilizar practicantes de deportes como kitesurf, pesca submarina, nadadores… eso no ocurre con los chalecos de seguridad. Además, el collar tampoco te va a quitar décimas de segundo en tu marca de nadador". "Wuanap no está pensado para darte un chapuzón en la piscina, pero si vas a ir a hacer cinco largos, no está demás que lo lleves. La app te va a decir qué actividad has hecho y cómo las hecho. Eso te a va llevar a nuevos límites y a picarte contigo mismo", añade.
Lo cierto es que Wuanap está todavía en fase beta y, para poder salir al mercado, aún necesita una fase de pruebas, "que dura entre seis y ocho meses", para garantizar que el collar funciona siempre. "Tenemos un acuerdo con una empresa especializada en innovación e ingeniería que ha trabajado para la Agencia Espacial Europea y que ha hecho cosas complicadas con sensores de última generación. El éxito de este producto se basa en que funcione sí o sí en cualquier situación. Hay que evitar falsos negativos y falsos positivos, que no se infle cuando no se tiene que inflar y que se infle siempre cuando se tiene que inflar", explica un Ignacio Cuesta que se muestra orgulloso de la enorme acogida que ha tenido su producto a nivel internacional —gracias en gran medida a la labor de la agencia 3AW—, especialmente en Estados Unidos y Sudamérica (sobre todo en Argentina y Perú).
Éxito a nivel internacional
"Llevamos un montón de tiempo con el chaleco salvavidas y desde entonces no se ha innovado nada. Si acaso, que el chaleco se active al entrar en contacto con el agua, pero no había un sistema inteligente como puede haber en otros deportes terrestres, así que Wuanap va a marcar un antes y un después, pero estamos convencidos de que vamos a ser referencia y de que vamos a cambiar el concepto de seguridad en el mundo de las actividades acuáticas. Necesitamos una homologación y un estandarización a medida. Pasarán años, pero lo vamos a conseguir", dice Cuesta, que en abril de 2019 obtuvo la patente de Wuanap en Estados Unidos (núm. 15/624,713) para poder desarrollar un prototipo que ahora ve la luz. Doble patente en realidad, pues además del producto en sí, Ignacio también ha conseguido patentar un sistema de inflado inteligente, pues "hasta ahora para poder inflar algo tenías que utilizar el pulmón, un motor eléctrico, un sistema de combustible o un cartucho de CO2".
Para poder conseguir esa patente, el madrileño recurrió a un despacho de abogados familiar con 60 años de experiencia, "así que se la saben todas". "Me pidieron un documento donde les contara todo lo que se me ocurriera de la idea y les pasé un ‘Word’ de cuatro hojas. Me respondieron a las dos semanas y me dijeron que era viable, así que nos fuimos a Estados Unidos, que es donde vamos a tener nuestro mercado principal, y después de muchos meses de espera y de cinco peros que eran razonables, conseguimos la patente. Dos patentes en realidad, la primera de las cuales ya está en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, China, Australia, India, México, Sudáfrica, Brasil y toda la Unión Europea", relata el inventor de Wuanap.
Un collar salvavidas inteligente, cien por cien español, que vislumbra no sólo un enorme éxito, sino también convertirse en referencia dentro del mundo de las actividades acuáticas. Aún faltan varios meses para que Wuanap esté disponible, pero próximamente se podrá reservar a través de la plataforma de crowdfunding Kickstarter. Las primeras personas que reserven el producto obtendrán un descuento del 40% sobre su precio de lanzamiento.