El ciclista colombiano Miguel Ángel Supermán López (Astana) ha ganado este miércoles la etapa reina del Tour de Francia, disputada entre Grenoble y Méribel (Col de la Loze) sobre 170 kilómetros, en una jornada en la que Primoz Roglic (Jumbo-Visma) ha podido casi sentenciar la ronda gala.
Fue una bonita batalla entre los eslovenos Roglic y Tadej Pogacar (UAE) por la primera posición y el maillot amarillo, y se la llevó el primero. Roglic entró a meta segundo y Pogar tercero, pero Supermán López, con su exhibición, estrena palmarés en el Tour y asciende a la tercera plaza de la general provisional.
Ahora, Roglic tiene 57 segundos de margen sobre su compatriota Pogacar, mientras que López es tercero a 1:26 del líder del Team Jumbo-Visma, equipo que rompió la carrera en la última ascensión con un gran Sepp Kuss, cuarto en la etapa y que incluso aspiró a ganarla. Kuss, último escudero de Roglic, tenía tantas fuerzas que intentó irse en solitario hasta lo más alto de este Col de la Loze, un HC de 21,5 kilómetros al 7,8 por ciento de pendiente media con rampas del 24 por ciento. Con Roglic vigilando a Pogacar, o a Richie Porte (Trek), el estadounidense no pudo descolgar, no obstante, a Miguel Ángel López.
El colombiano luchaba por desbancar a su compatriota Rigoberto Urán (EF) del podio, y lo logró. No se detuvo en ello y siguió apretando por la etapa, pero también por meterse en esa lucha por la general. Y, tan fuerte iba, que Kuss se descolgó a esperar a Roglic. Y ahí siguió el espectáculo del joven escalador de Durango. Kuss apretó, aceleró, se llevó a Roglic con él e hizo sufrir a Tadej Pogacar, que iba solo después de que David De la Cruz, su acompañante, diera todo de sí poco atrás para intentar desmoldar al Jumbo-Visma.
Pogacar, con 21 años, aguantó el tipo. Fue un jabato, mantuvo a Roglic a pocos metros e incluso parecía llegar a él cuando el maillot amarillo le atacó, le dejó seco y acabó por coger esos metros que, ahora, se traducen en 17 segundos más a su favor en esa pugna, de momento a dos con permiso de López, por el amarillo.
La valentía de Carapaz, sin premio
La etapa estuvo marcada por una escapada, con gente de renombre, como Julian Alaphilippe (Deceunick-Quick Step), Gorka Izagirre (Astana) y un Richard Carapaz (Ineos) que fue el mejor, aguantando en solitario hasta a 3 kilómetros de la meta, cuando fue cazado por los mejores. Anulada la fuga, empezaron esas tensiones eslovenas después del arreón de Supermán. Pero en esta etapa con dos colosos, siendo el primero el Col de la Madeleine (HC, 15,8 kilómetros al 8,1 por ciento), el equipo que intentó cortar la baraja y dejar ases atrás fue el Bahrain-McLaren de Mikel Landa.
Poco a poco fueron tensando la cuerda y provocando que los más débiles entre los mejores, como Nairo Quintana (Arkéa-Samsic) o Guillaume Martin (Cofidis), se quedaran. Pero, ya en el Col de la Loze, ni siquiera pudo atacar Landa y se quedó, como Rigoberto Urán, en cuanto el UAE, con De la Cruz, y el Jumbo se pusieron a tocar la marcha de guerra.
Se define el posible podio final. Roglic refuerza su maillot amarillo, Pogacar demuestra pese a ceder unos segundos que está fuerte y con ganas —ya es líder de la montaña—, las mismas que podría tener ahora López para romper ese binomio esloveno. Y, aspirando al podio, un Landa que puede tener más cartas, y Enric Mas (Movistar Team), que parece ir de menos a más.
El siguiente hueco, la siguiente opción de mover este Tour de Francia, es este mismo jueves. Otra etapa de montaña, de distinto perfil, con salida en Méribel y llegada a La Roche-sur-Foron tras 174 kilómetros y cinco puertos de montaña puntuables, con final en descenso.