El ciclista esloveno Primoz Roglic (Team Jumbo-Visma) ha ganado este martes la cuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Sisteron y Orcières-Merlette sobre 160,5 kilómetros, en un primer final en alto en el que no hubo ataques entre los mejores, que se lo jugaron todo a un esprint final sin cambio de líder, que sigue siendo el galo Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step).
Se esperaban ataques en los 7,1 kilómetros de ascensión final, pero no los hubo. El Deceuninck-Quick Step trabajó para retener el liderato de Alaphilippe, que aguantó en cabeza y pugnó por el triunfo en los metros finales con Roglic, el más fuerte del corral, o el compatriota de éste Tadej Pogacar (UAE-Team Emirates). Tras Roglic y Pogacar, que bonificaron 10 y 6 segundos respectivamente, el tercero en meta fue el francés Guillaume Martin (Cofidis), el único que, ya dentro del último kilómetro, atacó en el grupo de cabeza.
Ni Nairo Quintana (Arkéa-Samsic), Miguel Ángel López (Astana), Egan Bernal (Ineos), Thibaut Pinot (Groupama-FDJ), Adam Yates (Mitchelton-Scott) ni el español Mikel Landa (Bahrain-McLaren) hicieron el intento de mover al grupo y de probar las fuerzas de un Jumbo-Visma que controló la subida.
Sin ataques, un total de 16 ciclistas llegaron juntos arriba. No estuvieron en ese primer grupo ni Enric Mas ni Alejando Valverde (Movistar), con 9 y 21 segundos perdidos en meta. Richard Carapaz (Ineos) o Sergio Higuita (EF) fueron otras de las caras conocidas que flaquearon en esta primera jornada de media montaña.
Con esta victoria, Roglic se acerca en la general a un Julian Alaphilippe que intentó rascar bonificación, pero finalmente fue el quinto en cruzar la meta. Ahora, el galo tiene 4 segundos de ventaja sobre Adam Yates y 7 sobre Roglic, que gana 12 posiciones en la general provisional, con 11 respecto a Tadej Pogacar, el otro beneficiado de este insulso primer final de etapa en alto.
Pese a las rampas del 8,2 por ciento, y una media al 6,7 de pendiente, Orcières-Merlette no fue escenario de escabechina alguna. Quizá por las consecuencias de las varias caídas del primer día. Quizá por el temor al Jumbo-Visma de Roglic y compañía. O quizá por querer guardar fuerzas, se perdió la oportunidad de ver una primera pelea abierta entre los aspirantes al amarillo. Sí trabajó fuerte el pelotón, con los equipos más fuertes al frente, para asegurar que el triunfo no se perdiera entre la escapada y que, por lo menos, hubiera segundos de bonificación en meta. Parecía ser el premio menor, pero fue el único premio para los más veloces.
Una fuga de seis integrantes —Nils Politt (Israel Start-Up Nation), Alexis Vuillermoz (Ag2r La Mondiale), Krists Neilands (Israel Start-Up Nation), Mathieu Burgaudeau (Total Direct Energie), Tiesj Benoot (Team Sunweb) y Quentin Pacher (B&B Hotels-Vital Concept)— cuyo último superviviente, Neilands, fue engullido justo al pie del puerto final.
Este miércoles, la quinta etapa (Gap-Privas, de 183 kilómetros) dará un breve respiro y una nueva oportunidad para las fugas o esprint masivo antes de que el jueves llegue el segundo final en alto, en el Mont Aigoual.