La lucha por el racismo llega en EEUU a nuevos estamentos. En este caso, al de la nomenclatura de uno de las franquicias de la NFL, los Washington Redskins. El equipo ha recibido presiones por varias de las empresas patrocinadoras para cambiar su nombre al considerarlo racista.
Un hecho que ya tuvo su polémica el año pasado, como recogió en su momento The Washington Post, en la que según recoge un artículo "la mayoría de los nativos americanos aún no estan ofendidos por el nombre de Washington Redskins". Sin embargo, varias de las compañías que patrocinan al equipo, no piensan igual.
Una de las principales es FedEx. La compañía logística, con sede en Memphis (Tenessee), solicitó al equipo el cambio del nombre de la franquicia. Cabe destacar que es la empresa que tiene los derechos de la nomenclatura del estadio donde juega el equipo desde 1998 (el contrato finaliza en 2025). Además, Frederick Smith, director ejecutivo y presidente de FedEx Corp., es dueño minoritario de la franquicia.
Junto a FedEx otras compañías como Nike o Pepsico, según el medio ESPN, han recibido cartas firmadas de inversores y accionistas para que corten lazos empresariales con el equipo washingtoniano.
Las redes sociales también han tenido su protagonismo exponiendo sus pareceres, a favor y en contra de este hecho. Según se ha podido saber, fruto de las presiones a la franquicia, los Washington Redskins han comenzado a analizar la situación y la posibilidad de cambiar el nombre.