Todo se fue al traste aquel maldito mes de marzo de 2020. Un mes para olvidar. Para aprender, mejor dicho. La pandemia del coronavirus nos ha golpeado a todos, obligando a paralizar el mundo durante varios meses. Sin actividad alguna, los deportes de contacto se han visto especialmente sacudidos por la covid-19.
"La propia palabra ‘contacto’ lo dice. Pero ya no sólo el contacto entre los luchadores, sino el contacto de la gente en las gradas de pabellones llenos de aficionados… Ahora desgraciadamente esta crisis se ceba con un sector como el nuestro que estaba en pleno auge. Lo hemos podido ver en la UFC, Bellator o Glory, por poner algunos ejemplos. Es una debacle económica muy grande", advirtió Antonio Ricobaldi, director ejecutivo (CEO) de la promotora Unlimited Global Challengers (UGC), en declaraciones a este periódico a finales de marzo pasado. "No va a ser cosa de quince días, sino de varios meses", advirtió.
El tiempo le ha acabado dando la razón: un parón demasiado largo para los luchadores y todo el mundo de los deportes de combate, que han tenido que reinventarse para esquivar los golpes de la pandemia. Y uno de los que mejor lo ha hecho, viendo tanto su aspecto físico como su mentalidad, es Sergio Predator 5.0 Cabezas.
El luchador madrileño (Colmenar Viejo, 1988) es el fichaje estrella de la promotora Unlimited Global Challengers que Ricobaldi puso en marcha hace sólo unos meses. Campeón del mundo de K1 y europeo de Muay Thai, Cabezas tenía previsto disputar el pasado 14 de marzo el cinturón continental del peso superligero (63,5 kilos) en el Madrid Arena, dentro de la velada War of Titans II que organiza Titan Channel, versión ISKA (International Sports Karate Association). Pero el coronavirus echó al traste sus planes y le ha obligado, tanto a él como a UGC, a buscar nuevos desafíos.
Sergio (con un haber de 30 victorias, ocho derrotas y dos nulos en 40 peleas como profesional) disputará el próximo mes de agosto el título internacional WKN en el evento Sangre y Arena en Guadalajara —previsiblemente ante un luchador francés cuyo nombre se dará a conocer en las próximas semanas— y posteriormente el título europeo ISKA y el cinturón mundial GBF (Global Boxing Federation), además del Trofeo de la Península Ibérica. "Es el único púgil de Europa que ahora mismo aspira a cuatro títulos", recuerda Antonio Ricobaldi sobre su pupilo en declaraciones a este periódico.
Una entrevista que se ha desarrollado en Colmenar Viejo, en la casa de los padres de Sergio y en el Parque El Mirador, y en la que además de Cabezas y Ricobaldi también ha participado Rubén Rondón, un joven vallisoletano, de apenas 18 años de edad —es el miembro más joven de la promotora UGC—, que el año pasado se proclamó campeón del mundo de muay thai en el Open Mundial que la WKA organizó en la localidad de Azuqueca de Henares (Guadalajara).
"Un magnífico sparring para nuestro gran campeón, un joven púgil con un gran futuro por delante", como relata el CEO de Unlimited Global Challengers sobre Rondón, que ya ha disputado 37 combates.
Rubén asiste en los entrenamientos a un Sergio Cabezas que, además de desvelar sus próximas peleas, cuenta a LD cómo ha sobrevivido al confinamiento, cómo ha podido entrenar en una época en la que los gimnasios han permanecido (y permanecen) cerrados. Para ello, el colmenareño ha contado con el apoyo de su novia Alejandra y de su familia —es el tercero de cuatro hermanos—, con mención especial a su madre. "Tiene todos los recortes de prensa en los que se habla de mis peleas, yo creo que no se ha dejado ni uno", cuenta con orgullo Sergio de su progenitora, Agustina Ramos. Simplemente Tina, como la conoce casi todo el mundo.
Como madre, Tina sufre lo indecible cada vez que su hijo sube al ring pero también es la primera que presume de los éxitos de Sergio. La familia Cabezas Ramos se expone ante nuestras cámaras como una familia unida, clave en todas las victorias de este veterano luchador. Un púgil que aspira a todo y que, pese al duro confinamiento, ha demostrado volver con más fuerza que nunca.