La competitividad es una característica propia del ser humano. El afán de mejorar y querer superar a los demás siempre han estado ahí y las apuestas no son más que un reflejo de esta condición. Los griegos ya apostaban y los romanos hacían lo propio en sus combates de gladiadores. Pero no fue hasta la llegada de los siglos XVIII y XIX cuando se popularizaron las apuestas tal y como las conocemos en la actualidad. En esa época las apuestas más comunes eran las carreras de caballos y de galgos.
En España también se han practicado este tipo de juegos desde hace bastante tiempo. Sin ir más lejos, la famosa Lotería tiene más 200 años de antigüedad y ha pasado a convertirse en una tradición, en especial el Sorteo Extraordinario de Navidad, que, en cierto modo, marca el inicio del período navideño. Otro juego que tiene un gran calado en España es el sorteo de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) que tiene fines benéficos. En los años 40 nació la Quiniela, un juego de azar basado en los partidos de la Liga española de fútbol.
En 1977, tras la muerte de Franco, se legalizaron el blackjack y el póquer. Habrá que esperar un poco más, hasta 1981, para ver cómo las máquinas tragaperras pasan a ser un nuevo entretenimiento con todas las de la ley. Es en esta época cuando empiezan a abrirse casinos y salones de juego, sobre todo, en los grandes núcleos urbanos.
El boom de las casas de apuestas 'online'
Ahora tienes disponibles las mejores casas de apuestas online con un solo clic, pero hace unos años no había tanta variedad. Las primeras operadoras llegaron a España hace poco más de una década, en 2008. Esto fue posible gracias a que el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero sentó las primeras bases legales para la aparición del juego en línea.
El 27 de mayo de 2011 se crea la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) y el sector experimenta un nuevo cambio con la Ley13/2011. Dicha ley persigue dos objetivos. Por un lado, reparte licencias para que las casas de apuestas –que hasta ese momento operaban desde el extranjero– tributen en España. Por otro, resulta ser una garantía de seguridad para los usuarios.
El sector de las apuestas deportivas no para de crecer. La presencia de estas empresas en los medios de comunicación, tanto modernos, como tradicionales, se ha disparado. A día de hoy forman parte de la sociedad. Su popularidad e implantación es enorme y su volumen de negocio y beneficios no paran de crecer. Muchos equipos de fútbol profesionales llevan o han llevado publicidad de casas de apuestas en sus camisetas y algunos jugadores han prestado su imagen a estas empresas. Una señal inequívoca de que el sector sigue al alza.
Las casas de apuestas online de la actualidad tienen una oferta muy amplia. No solo ofrecen cuotas para las competiciones más importantes de los deportes con más seguidores, también ofrecen la posibilidad de apostar en pequeños torneos y/o en deportes minoritarios como pueda ser, por ejemplo, el crícket.
Está claro que a las casas de apuestas les queda vida por delante, y más, en un país con tanta afición a los deportes y al juego como es España.