Lance Armstrong se ha vuelto a hacer millonario... y lo ha conseguido de casualidad, después de haber perdido millones de dólares en abogados, acuerdos judiciales, demandas y pérdidas de patrocinadores.
El caso es que en el año 2009 Armstrong invirtió, sin prestar atención y por consejo del inversor de riego Chris Sacca, un total de 100.000 dólares en una joven empresa llamada Uber que entonces valía 3,7 millones. Ahora, casi una década después, el valor de la compañía es de 76.000 millones de dólares.
"Yo no tenía ni idea de lo que era Uber. Yo pensaba que era para invertir en acciones de Twitter o algo así, pero era para un fondo de Uber", ha explicado el excorredor en una entrevista concedida a Andrew Sorkin en la CNBC.
El mediático deportista, al que el 22 de octubre de 2012 la Unión Ciclista Internacional (UCI) decidía sancionar de por vida y desposeerlo de sus siete triunfos en el Tour de Francia, no ha querido dar a conocer la cifra exacta que ha ganado, tras aquella inversión inicial de 100.000 dólares, y se ha limitado a decir que "es un número demasiado bueno para ser verdad".
Una inversión que, según dice el propio Armstrong, "salvó a mi familia"después de ver cómo su economía se iba a pique tras el escándalo de dopaje.