Ante una de las pocas jugadoras del circuito con la que no tiene balance positivo de victorias, Marín tuvo que disputar tres mangas antes de imponerse por 21-19, 17-21 y 21-11 en hora y cuarto de juego.
Salvo en el 2-1 inicial, Okuhara dominó el marcador en el juego inicial hasta el empate a 19, que precedió a los dos puntos de Marín que decidieron el parcial.
Igualmente pareja fue la segunda manga, en la que la campeona mundial no logró hacer más de tres puntos seguidos y que se decantó a favor de su rival.
El juego de desempate fue otra historia: Marín acumuló ventajas valiosas de 3-0, 10-1, 14-4 y 17-5 que fueron una losa para la japonesa, quien cedió finalmente la victoria sin opción a resistirse.
La española regresaba a las pistas en este Abierto de Tokio un mes después de proclamarse por tercera vez en su carrera campeona mundial. Ya había ganado este torneo en 2017.