En un final igualado entre Dumoulin y Froome, finalmente fue "La Mariposa de Maastricht" quien se llevó la gloria en la crono del País Vasco francés. Voló a 46 por hora para marcar el tiempo ganador de 40.52 minutos, menos de 1 segundo de ventaja sobre Froome y 14 respecto a Geraint Thomas, que entró brazos en alto como virtual ganador del Tour 2018 a falta de la fiesta de París.
En la lucha por la etapa y por el podio falló el esloveno Primoz Roglic, que empezó en el podio y fue desalojado por Froome. El líder del Lotto Jumbo perdió 1.12. Los españoles no tuvieron su día, aunque Marc Soler asomó la cabeza con un meritorio noveno puesto a 1.22. Mikel Landa, lejos de sus mejores sensaciones se retrasó 3.11 y el colombiano Nairo Quintana 4.06.
Quedó definido el podio. Thomas, Dumoulin y Froome se harán la foto en los Campos Elíseos. Será la sexta vez en los últimos 7 años que se escuche el himno británico en la capital francesa. Finalmente, no habrá sueño en Movistar. Landa finaliza séptimo y Quintana décimo. Lejos de los planes ambiciosos manifestados el pasado 7 julio en la salida de la 105 edición.
La travesía por el País Vasco francés con final en Espelette, localidad de 2.000 habitantes que desde hace 5 siglos sazona los manjares de la cocina vasca con sus famosos pimientos. En combate los tres mejores especialistas del Mundo contrarreloj por dos puestos en el podio.
Dumoulin, Roglic y Froome, el podio del pasado Mundial, debían disputarse la segunda y tercera plazas del podio de París, no la primera, bien agarrada por Thomas, que salió con un colchón de más de 2 minutos.
Mientras salían los pesos pesados de la general, el español Marc Soler (Movistar) fue rey por unos instantes al marcar el mejor tiempo con 42.15. Gran crono para el catalán, exfutbolista que se pasó al ciclismo a los 17 años, esperanza del decaído ciclismo español. Pronto le duró esa sensación, pues fue desplazado por el danés Kragh Andersen primero y el polaco Kwiatkowski (41.42) después.
"Kwiato", acoplado en la silla "caliente" mirando la tele, se convertía en el hombre a batir por los grandes candidatos. En el primer punto de control Thomas dejó claro quien es el jefe del Tour. En Ustaritz, km 13, "G" marcó el mejor tiempo con 16.31 minutos, con Froome a 14 segundos, Dumoulin a 16 y Roglic a 44. El esloveno estaba entregando ya el tercer puesto a Froome.
Seguía atento a la pantalla Kwiatkowski. Vio como Geraint Thomas pasaba como una exhalación por el km 22, control de Suraibe-Xurxurieta, donde seguía siendo el rey. Froome a 12, Dumoulin a 14 y Roglic, en claro deterioro, a 1.01 minutos. Adiós al podio. El esfuerzo por su victoria en Laruns pasó factura al exsaltador de esquí.
Por fin se marchó Kwiatkowski. Lo levantó su compañero Froome, pero el ciclista de origen keniano se quedó de pie. Llegaba Dumoulin con los colores arcoiris para demostrar que la medalla de oro de la crono de Bergen no fue una casualidad. Y a continuación, brazos en alto, eufórico, se presentaba el heredero de Wiggins y Froome, un galés que prolonga el dominio del Sky en el Tour de Francia.
Este domingo concluye la 105 edición del Tour con la vigésimoprimera etapa entre Houilles y París, de 116 kilómetros.