La Barcelona World Race se queda en puerto. La organización de esta mítica regata, que da la vuelta al mundo a vela con dos tripulantes, que se celebra cada cuatro años y que tiene salida y llegada en la ciudad condal, ha decidido suspender la edición de 2019 —debía comenzar el próximo 12 de enero— debido a la "incertidumbre política" que rodea al evento por la crisis institucional que se vive en Cataluña.
Esta drástica medida fue adoptada el pasado 22 de marzo por el patronato de la Fundación Navegación Oceánica Barcelona (FNOB) —constituido por el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio, el Puerto de Barcelona y la Fira de la ciudad condal—, por temor a la imposibilidad de encontrar patrocinadores debido al "clima de indefinición institucional" y a la "falta de estabilidad política que vive nuestro país en este último año". De esta forma, su objetivo es que la Barcelona World Race vuelva a disputarse en la siguiente edición, prevista para el año 2022 ó 2023.
En un comunicado, la FNOB explica que "los patrocinadores potenciales han manifestado su desconfianza al no poder estar seguros de contar con el apoyo institucional que necesariamente debe garantizar un evento deportivo de estas dimensiones, que requiere una fuerte inversión en patrocinio privado, y que es, en definitiva, la única fuente de financiación de la regata".
Además, la fundación asegura que también ha generado "incertidumbre" en el mercado del patrocinio las informaciones aparecidas en relación con el impacto previsto en los presupuestos generales del estado "de los acontecimientos de especial interés público, y el cambio de criterio en la utilización de los soportes publicitarios por parte del Ministerio".
Los organizadores del evento lamentan tener que recurrir a la suspensión de la regata ya que, según dicen, ésta prometía contar con una interesante participación internacional. De hecho, siete equipos ya habían confirmado su participación y disponían del presupuesto necesario para hacerlo, mientras que otros 11 equipos se encontraban en el proceso final de captación de recursos.
Así, la fundación insiste en que la suspensión no se debe a la falta de interés de equipos participantes, ni de patrocinadores interesados, ni de apoyo internacional, "sino a la imposibilidad de concretar el patrocinio en los plazos estipulados".