Una historia de superación en el deporte, pero no una cualquiera. En 2010, con apenas 14 años, a Brenna Huckaby le dijeron que tenía osteosarcoma. Se trata del tipo más común de cáncer de hueso. Una enfermedad terrible para una niña que, hasta entonces, había soñado con ser gimnasta de élite, con ser como su ídolo: Nastia Liukin. La quimioterapia no surtía efecto y a Brenna le tuvieron que cortar la pierna derecha por encima de la rodilla. Adiós a la gimnasia.
Aquello fue un terrible palo para la familia Huckaby, que residía en Baton Rouge, capital de Luisiana y segunda ciudad más poblada de ese estado del Sur tras Nueva Orleans.
Al mes de su amputación, a Brenna le colocaron una prótesis con la que no tardó en aprender a caminar. Pero de ahí a lucirla, había un mundo. La joven no se atrevía a ir a playa porque tenía miedo de que se rieran de ella. Pero la cosa cambió el día que la invitaron a hacer un viaje al National Ability Center, en las afueras de Salt Lake City (Utah), para incluir el esquí en su rehabilitación.
La joven se decantó rápidamente por el snowboard y sus padres, viendo lo entusiasmada que estaba la chica, decidieron ayudarla en sus deseos. Así fue cómo Brenna dejó el estado de Luisiana y se mudó junto a su madre, Kristie, a Salt Lake City. En la ciudad mormona, Kristie buscó un trabajo y un apartamento barato donde vivir, mientras su marido Jeffry y sus otros dos hijos permanecieron en Baton Rouge.
Pronto se descubrió que Brenna, pese a su discapacidad, tenía muchas habilidades para la nieve y en 2013, tres años después de la amputación, ya entrenaba como una profesional. Dos años después, en 2015 se proclamó campeona del mundo de snowboard cross al derrotar a la favorita, la francesa Cecile Hernández-Cervellón, en la estación gerundense de La Molina, en España.
Madre con 20 años
Pero la vida tenía más sorpresas para Brenna. Pese a que previamente le habían dicho que era bastante improbable, la deportista descubrió a principios de 2016 que estaba embarazada de su hoy marido, el también snowboarder Tristan Clegg.
Fue en mayo de aquel año cuando Huckaby dio a luz a la pequeña Lilah y sólo tres meses después, en agosto, ya estaba otra vez sobre la tabla para preparar el Mundial de 2017, en el que se acabaría proclamando campeona en las modalidades de snowboard cross y banked slalom.
De campeona del mundo a los Juegos Paralímpicos de Invierno, que se disputan estos días en Pyeongchang. Allí, en esta ciudad de Corea del Sur, sueña Brenna con colgarse la medalla de oro. Hace apenas unas semanas, en plena preparación de los Juegos, la estadounidense dejó la nieve por unos días para posar en bañador sobre la arena de la isla de Aruba, al sur del mar Caribe. Allí, sin complejo alguno, posó para la revista Sports Illustrated tras aceptar encantada su oferta.
Una vez más, Brenna Huckaby haciendo historia al convertirse en la primera mujer amputada que posa para esta prestigiosa publicación. Seguía así los pasos de modelos como Bar Refaeli, Irina Shayk, Heidi Klum, Kate Upton o Cindy Crawford, de las tenistas Ana Ivanovic y Caroline Wozniacki o de la esquiadora Lindsey Vonn, por citar sólo algunos nombres.
"Lo veo como una oportunidad para inspirar a los demás. Es muy raro que veas a una mujer con discapacidad posar en trajes de baño sensuales. Quiero ayudar a cambiar el estigma detrás de las discapacidades. Y quiero que otras mujeres, independientemente de sus cuerpos, sepan que son poderosas y sexis", dijo Brenna a Sports Illustrated.
De sus fotos y sus posados presume la snowboarder en su cuenta de Instagram. En esta popular red social, Brenna subió recientemente otra imagen en la que se le ve tatuado el número 850460, la cifra que ha querido que vaya con ella siempre. Se trata de su registro médico, que le recuerda cada día que ya no es un simple número y que consiguió ganar al maldito cáncer.
Ahora llega Brenna Hyckaby a Pyeongchang con ganas de seguir superándose, con la esperanza de que la pequeña Lilah, que hoy tiene 21 meses, la tome como ejemplo a seguir. "Todo esto lo hago por ella, para que vea que todo es posible sin importar lo que te pase, mientras sigas adelante y trabajes duro", asegura la deportista. "Lilah por ahora sólo ve en estas fotos a mamá. Pero cuando sea mayor espero que la inspiren y la motiven. Espero que entonces sepa del coraje que me llevó a posar en traje de baño y confío en que eso la empuje a salir de su zona de confort", dice.
Atrás quedan ya los posados, y Brenna sólo piensa ahora en los Juegos Paralímpicos, con dos fechas de su calendario marcadas en rojo: los días 12 y el 16. Ya es campeona del mundo, pero sueña con conquistar la gloria paralímpica. Con su ejemplo de superación, demostrando que aún no ha tocado techo, todavía puede seguir haciendo cosas muy grandes...