Dice el dicho que los viejos rockeros nunca mueren. Y quizá en buena medida, en el deporte español está ocurriendo algo así en las últimas semanas. A pesar de que no pocos les habían poco menos que dado por acabados, tres de los grandes referentes del deporte nacional están mostrando su buen hacer recientemente: Rafa Nadal, tras dos temporadas complicadas, vuelve a ser el número 1 del circuito ATP, después de dominar con puño de hierro la temporada de tierra batida. Por su parte, Pau Gasol vuelve a ser, a sus 37 años, el líder perfecto para una selección española de baloncesto que está dejando grandes sensaciones en el inicio del Eurobasket. Finalmente, tras algún año de dudas en lo deportivo, y muy especialmente en lo social, el triunfo de la selección de fútbol por 3-0 ante Italia, y la certificación virtual del billete para el Mundial de Rusia, parece haber puesto de nuevo al equipo ahora dirigido por Julen Lopetegui en la punta de lanza del deporte en España.
Y es que, pese a que algunos nombres han apostado muy fuerte en los últimos años, consiguiendo éxitos de reconocido prestigio, siendo incluso pioneros en sus deportes, no cabe duda de que el peso social del equipo de fútbol y de dos figuras como Nadal o Gasol es especial, y que sus éxitos tienen una repercusión seguramente especial. Aun así, es indudable que las hazañas logradas por Carolina Marín, bicampeona mundial y oro olímpico en bádminton, la colosal Mireia Belmonte, mejor nadadora española de la historia sin discusión posible, o Garbiñe Muguruza, primera compatriota en ganar Roland Garros y Wimbledon, tienen difícil parangón. En cuanto a recientes irrupciones y valores a futuro, nombres como Bruno Hortelano, que hasta su grave accidente había hecho virar muchas miradas al mundo del atletismo, o el flamante semifinalista del US Open, Pablo Carreño, son grandes noticias para el deporte español. Valores a seguir que podrían traer pingües éxitos, pero siempre es necesario mantener referentes que inspiren a toda la sociedad.
Por eso, precisamente, es tan valorable lo que están logrando Nadal y Gasol, así como el resurgir de la selección de fútbol. Ante las horas bajas de otros pesos pesados, como Fernando Alonso, que espera volver una oportunidad real de triunfar, o Alberto Contador, que apura su carrera lejos del que fue su mejor nivel, mantener en la elite al manacorí y al pívot catalán es lo mejor que podía pasarle al deporte español, como exponentes de la que ha sido sin duda su edad de oro, la de la generación de los hijos de Barcelona'92.
Quién sabe qué ocurrirá de aquí a que termine la temporada con el circuito tenístico, y a dónde podrá llegar la zurda de Nadal. Igualmente, nadie puede asegurar que la España de Gasol se proclame en unos días campeona de Europa en Estambul, o que la futbolera reedite el éxito inolvidable de Sudáfrica en 2010 el próximo verano en Rusia. Pero de lo que no cabe duda es de que los últimos triunfos de estos tres exponentes le han hecho mucho bien al deporte nacional.