Tenía razón Chris Froome. Este sábado, en la meta de la Estación des Rousses, el jefe de filas del Sky había vaticinado que "la general puede estallar mañana" en la etapa reina del Tour de Francia, de 181,5 kilómetros entre Nantua y Chambéry, incluidos tres puertos de categoría especial.
Dicho y hecho. La novena etapa de la Grande Boucle ha provocado una auténtica escabechina, provocando un sinfín de caídas y demasiados abandonos. Entre ellos los de algunos favoritos como el británico Geraint Thomas (Sky) y el australiano Richie Porte (BMC), que marchaban segundo y quinto en la clasificación general, respectivamente.
Después de esta etapa reina, que ya empezó a causar estragos en el primer puerto especial —el Col de la Biche—, Froome es más líder y ahora saca 18 segundos de ventaja al italiano Fabio Aru (Astana), mientras que al podio provisional asciende el francés Romain Bardet (Ag2r La Mondiale), tercero a 51 segundos.
Cuarto, a 55, se sitúa el vencedor en la meta de Chambéry, el colombiano Rigoberto Urán (Cannondale Drapac), que se ha llevado esta etapa reina gracias al photo finish, cuando el francés Warren Barguil (Team Giant-Alpecin) estaba celebrando el triunfo e incluso había acudido a la zona de entrevistas.
Mientras Barguil festeja el photo finish le da la victoria a Rigoberto Urán. pic.twitter.com/YDxMDEq0KI
— SportsCenter (@SC_ESPN) July 9, 2017
Los principales damnificados en la general son Daniel Martin, Nairo Quintana y Alberto Contador. El irlandés del Quick Step, que se vio implicado en la caída de Richie Porte pero pudo continuar, baja del cuarto al sexto puesto, ahora a 1:44 de Froome. Por su parte, el colombiano del Movistar ha cedido 1:15 en la meta de Chambery, situándose ahora a 2:13 del maillot amarillo, mientras que el madrileño del Trek-Segafredo se dejaba más de cuatro minutos. El pinteño, que había sufrido dos caídas en apenas diez minutos, sale del top ten de la general y ahora es duodécimo, a 5:15, mnientras que el mejor español es Mikel Landa, compañero de Froome en el Sky, noveno a 3:06.
La carrera ya salió alterada de Nantua. El perfil apuntaba al cielo desde el primer metro. Las cotas de Neyrolles (segunda categoría), Bérentin (tercera) y Franclens (tercera) fueron el aperitivo de la etapa reina que, en contra de lo habitual, tuvo el protagonismo en los Montes del Jura, restando protagonismo a los Alpes y los Pirineos.
Se formó una numerosa escapada de 39 hombres. Alguien tenía que tomar la responsabilidad. El Sky agarró la batuta marcando un ritmo cómodo en el ascenso al inédito Col de La Biche (especial, 10,5 kms al 9 por ciento). Calma chicha, no agresión y paso por la cima a 6:30 de los escapados.
El Ag2r animó el cotarro con Bardet, lo que obligó a Froome a movilizar a sus tropas. Con un alto precio, pues perdió una pieza importante, Geraint Thomas, quien se rompió la clavícula en una caída. El galés tiene la negra esta temporada. También abandonó el Giro días después del accidente contra la moto de un policía. También aterrizó Jesús Herrada, pero el campeón de España siguió en carrera.
Guión que se mantuvo en el Grand Colombier (categoría especial, 8,5 kms al 9,9). La escapada se filtró tras el ataque del francés Barguil, que coronó en cabeza. Sólo una caída de Contador alteró por momentos la tranquilidad en el sector noble de la carrera.
En el tránsito hacia el Mont du Chat se agruparon antiguos combatientes de la escapada inicial. Restaba el muro más duro de la presente edición, un puertaco de categoría especial de 8,7 kms al 10,3), de esos que no admiten descanso alguno. No se ascendía desde 1974, pero aquel ya año se hizo célebre por una descomunal pájara de Eddy Merckx, provocada por los ataques del español Gonzalo Aja y del francés Raymond Poulidor.
Ya en pleno ascenso, Froome levantó la mano por avería mecánica. Aru, que ve los apuros del líder, encuentra un hueco inverosímil para salir disparado.
Froome pidió asistencia, Aru aprovechó para atacar. Quintana siguió el juego al italiano. #TDF2017 pic.twitter.com/6oEPg6DDNh
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Maniobra oportunista que no encontró apoyo en Quintana y Porte, que en principio se pegaron a rueda, sin dar relevos. Con Barguil por delante y perseguido por Fuglsang, empezaron las escaramuzas. Atacó primero Aru, luego arrancó Porte y finalmente Froome dijo "aquí estoy yo" a dos kilómetros de la cima. Enseguida cedieron Contador y Quintana.
El descenso tuvo tintes dramáticos. La caída de Martin y Porte, quien se estrelló contra la ladera de la montaña, heló la sangre del Tour. Mientras por delante Bardet se esfumó en busca de Barguil, le atrapó y trató de llegar a Chambéry en solitario.
Pero al ídolo francés le faltaron fuerzas. Froome, Aru, Urán, Barguil y Fuglsang fueron un tren demasiado potente. Hubo esprint, y entre todos Urán fue el más rápido. A pesar de que tenía el cambio roto desde la caída de Porte, quien le golpeó en la bicicleta. El medallista de plata en los Juegos de Londres, sin triunfos desde 2015, cató la gloria del Tour. Segundo en el Giro 2013 y 2014 le faltaba una guinda en el Tour. Ya se lo puede creer. Lo dijo la foto de llegada. Y le felicitó el presidente de su país, Juan Manuel Santos, Premio Nobel de la Paz.
El Tour de Francia disfruta este lunes de la primera jornada de descanso. El pelotón se traslada de Chambéry a Perigueux, donde el martes se inicia otra etapa apta para esprinters que desemboca en Bergerac.