
La Asociación Europea de Atletismo ha diseñado un proyecto "revolucionario" de cara a revisar los récords de Europa y mundiales y eliminar así cualquier atisbo de duda sobre cómo se consiguieron y sospechas de dopaje. "El Consejo de la Asociación Europea ha aceptado las recomendaciones del equipo del proyecto que conducirían a la revisión de las listas de récords mundiales y europeos. Este proyecto, que exige estándares técnicos más altos, el incremento de medidas de control de dopaje y nuevos requisitos de integridad personal para los poseedores de récords, será enviado a al IAAF con la recomendación de que ambas organizaciones coordinen la implementación de nuevas reglas de ratificación de récords", señaló el organismo en un comunicado.
El presidente del atletismo europeo, Svein Arne Hansen, remarcó que los récords que "muestran los límites de las capacidades humanas son una de las grandes fortalezas" de su deportes, pero que "no tienen sentido si la gente realmente no cree en ellos". Lo que estamos proponiendo es revolucionario, no sólo porque la mayoría de los récords mundiales y europeos tendrán que ser sustituidos sino porque queremos cambiar el concepto de un récord y elevar los estándares para el reconocimiento de un punto donde todos pueden confiar en que todo es justo, añadió.
De este modo, los estándares propuestos por el proyecto señalan que las plusmarcas mundiales y europeas solo pueden ser reconocidos si fueron conseguidos en "competiciones de una lista de eventos internacionales aprobados", si el atleta "fue objeto de un acordado número de controles antidopaje en los meses previos a la marca" y si "la muestra del control tomada tras el récord es almacenada y disponible para el reanálisis por espacio de diez años".
Además, el proyecto también recomendó que un récord sea eliminado en cualquier momento si el atleta comete una violación antidopaje o contra la integridad, "incluso si no tiene impacto directo" en la actuación para conseguir dicha marca. "Los récords actuales no establecidos de acuerdo con las normas acordadas permanecerán en la lista de todos los tiempos, pero el reconocimiento se transferirá a las actuaciones que cumplan los criterios", añadió la Asociación.
La IAAF únicamente tiene almacenadas muestras de orina y de sangre desde el 2005 y esta medida podría amenazar a récords mundiales como el de salto de longitud de 1991 de Mike Powell (8.95 metros) o el del 1.500 metros masculinos en poder del marroquí Hicham El Guerrouj, de 3:26:00 que data desde el 1998. Ninguno de estos dos atletas han sido sospechosos de haberse podido dopar o cometer alguna irregularidad.
Evitar daños a la "reputación de los atletas"
El principal responsable del proyecto de la Asociación Europea de Atletismo para que se revisen todos los récords del mundo y de Europa para evitar cualquier sospecha de dopaje sobre ellos pidió "disculpas" a los atletas que puedan perder sus marcas y recalcó que sólo pretenden dar "fe y credibilidad" sobre el deporte.
Una de las que se ha mostrado más crítica ha sido la británica Paula Radcliffe, plusmarquista mundial de maratón desde el 2003 con 2 horas 15 minutos y 25 segundos, que calificó la medida de "cobarde", o el exsaltador Jonathan Edwards, que tiene el récord del mundo de triple salto desde 1995 con 18.29 metros. "Disculpas a los atletas, nunca intentamos dañar su reputación y legado", señaló Pierce O'Callaghan, presidente de este grupo de trabajo de la Asociación Europea, a BBC Radio. "El proyecto pretende dar al público fe y credibilidad en lo que están viendo en el deporte", añadió.
O'Callaghan confirmó que había hablado con los dos exatletas sobre esta posible medida, que aún tiene que tener el visto bueno de la IAAF en agosto, y comparó este proyecto con cambios como el que se produjo en el fútbol inglés reformando su estructura para incorporar la Premier League en 1992 o el Seis Naciones que emergió del Cinco Naciones en el 2000.
"Esperamos que la gente lo vea en ese sentido, en lugar de despojar a grandes atletas como Paula de sus récords. Desafortunadamente, Paula logró sus plusmarcas en un período dorado de dos años antes de que la tecnología siguiera adelante. La gente no debe mirar los récords de Paula y confundirlos con marcas de dopaje. Ella logró su rendimiento, al igual que Jonathan, con un cien por cien de integridad", añadió el directivo.