Holly Holm no pudo superar a la holandesa Germaine de Randamie en el combate que decidió la primera reina del recién creado peso pluma de la UFC.
El duelo, disputado en el Barclays Center de Brooklyn, se caracterizó por los golpes bajos e ilegales de la luchadora holandesa, que actuó de manera ruin al impactar en dos ocasiones en el rostro de Holm tras sonar la campana de final de asalto y que el árbitro no supo cortar de raíz –solo advirtieron a la holandesa–.
Finalmente, y aunque la excampeona de peso gallo se recuperó en los últimos asaltos, terminó perdiendo a los puntos por decisión unánime de los jueces: 48-47, 48-47, 48-47.
The Preacher’s Daughter pasó por rueda de prensa tras la dolorosa derrota y se quejó de los dos golpes ilegales que le propinó su rival: "Ella lanzó golpes duros. Dio fuertes golpes después de la campana, de toda la pelea esos fueron los ataques más fuertes que sentí. La primera vez le dieron una advertencia, eso es normal. No esperaría que le resten un punto después de la primera (infracción), incluso siendo intencional. La segunda vez, en ese momento piensas que van a hacer algo".
La pelea fue intensa y terminó con ambas luchadores con el rostro muy deteriorado.