Las autoridades iraníes, que el viernes habían decidido negar la entrada a los luchadores estadounidenses que querían participar en una prueba de la Copa del Mundo de lucha libre que se iba a celebrar en la provincia de Kermanshah el 16 y 17 de febrero, han dado marcha atrás y al final concederán los visados a los deportistas. El Gobierno iraní había decidido prohibirles la entrada como respuesta al decreto de Trump que impide a los iraníes ingresar en Estados Unidos. El cambio de opinión se debe a la decisión de un juez federal de Seattle de suspender dicho decreto.
"Tras la decisión de la justicia de suspender" el decreto de prohibición de entrada de los musulmanes en Estados Unidos, "concederemos los visados" a estos deportistas estadounidenses, escribió en un tuit Mohamad Javad Zarif, ministro iraní de Relaciones Exteriores.
No ponerse a la altura de Trump
Un grupo de 72 profesores de la prestigiosa universidad Sharif de Teherán instaron al Gobierno a dejar entrar a estos deportistas para no actuar de la manera "vergonzosa" en la que lo hace Estados Unidos.
Pero unas horas después, un juez federal ordenó como medida cautelar la suspensión en todo el territorio estadounidense del decreto emitido por el presidente Donald Trump el 27 de enero, que veta la entrada de ciudadanos de siete países: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, un decreto presidencial, tachado de "insultante" y "vergonzoso" por Teherán.