Conor McGregor es uno de los personajes más extravagantes del deporte mundial. El irlandés, figura de la UFC, no da puntada sin hilo a la hora de cuidar su imagen. En la promoción de la considerada por muchos pelea del siglo de esta madrugada que le enfrentará en Nueva York a Eddie Álvarez con la disputa del cinturón mundial del peso pluma, se ha gastado cerca de 100.000 dólares en trajes.
El irlandés encarga a su sastre personal entre ocho y diez trajes para los eventos promocionales de cada uno de sus enfrentamientos y, evidentemente, ante la importancia de la pelea contra Eddie, McGregor ha tirado la casa por la ventana.
El sastre de McGregor, David Heil ha afirmado que cada traje al irlandés le cuesta de 4 a 10 mil dólares. "Son trajes que se hacen a medida y se invierte en cada uno cerca de 60 horas. Además, hacemos dos extras por si ocurre un accidente. Es una persona con mucho estilo. Le encanta llevar los trajes perfectamente a medida, pero su tamaño cambia continuamente según cada pelea, por lo que tenemos que adaptarnos todo el tiempo".
El lema de Mcgregor deja claro sus intenciones dentro y fuera de la jaula: "A mí lo único que me interesa es vestir bien y patear el culo de mis rivales".
La historia del visón blanco
En la rueda de prensa donde se presentó el combate, saltaron chispas entre McGregor y Álvarez. El irlandés apareció ataviado con un llamativo visón blanco que recuerda mucho al que lució en su momento el boxeador Joe Frazier.
Álvarez, celoso de prenda tan distinguida, acusó a McGregor de haberla robado. Delante del propio McGregor y en plena rueda de prensa, el luchador estadounidense soltó: "Me parece que la ha alquilado, he visto que aún llevaba las etiquetas (de precio)". Tras aclarar Conor que había comprado la prenda, Álvarez fue más allá: "¡Pero si he visto las etiquetas! Venga ya, ¡lo ha robado, lo ha robado!".
La tensión fue en aumento y McGregor estuvo a punto de perder los papeles y soltar un sillazo a su rival.
El vistoso visón, que cuesta unos 12.000 euros, tiene historia propia. McGregor confirmó que se inspiró en Joe Frazier, que portaba un visón blanco antes de enfrentarse a Muhammad Ali en el propio Madison en enero de 1974.