El kazajo Nijat Rahimov y su entrenador nos dejaron la imagen de la jornada en Río. Tras conseguir la medalla de oro en la categoría de -77kg de halterofilia con récord del mundo incluido, el pesista y su mister entraron en una especie de locura transitoria, fruto de esa felicidad extrema que mana de dentro y que es imposible de controlar. Ambos brindaron una peculiar celebración con un curioso baile en el que Nijat parecía poseído por un duende. Una danza pegadiza que desató la sonrisa de los presentes.
El kazajo se impuso en la final al levantar 214 kilogramos en dos tiempos y 165 en arrancada. Logró el mismo total que la superestrella china Lyu Xiaojun, que quedó por detrás debido a que Rahimov es más ligero. La medalla de bronce fue para el egipcio Mohamed Mahmud.
Fue una prueba con récords mundiales. En arrancada para el chino Lyu Xiaojun con 177 kilogramos, uno más que la anterior plusmarca, y en dos tiempos para Nijat Rahimov con 214, cuatro más que el anterior.
La inmensa alegría mostrada por el pesista kazajo y su preparador, estaba, sin duda, más que justificada.