Suena el nombre de la sueca Sarah Sjostrom por la megafonía del Estadio Acuático de Río de Janeiro, la sede que alberga la competición olímpica de natación, y el estruendo se multiplica en la grada. Así termina de adornarse el cálido ambiente de bienvenida para una deportista que ambicionaba su primera medalla olímpica. La logró en su segunda oportunidad en la ciudad brasileña tras haber tenido que conformarse en la jornada de ayer con un insuficiente quinto puesto en el relevo 4x100.
Sjostrom compitió contra Sjostrom en la final de los 100 mariposa, distancia en la que había triunfado ya en Europeos y Mundiales. Le faltaba el éxito en unos Juegos Olímpicos y lo reclamó como suyo con un tiempo de 55.48 segundos. Ese registro fue 16 centésimas más rápido que la anterior plusmarca universal que ella misma había establecido en los Mundiales disputados en Kazán (Rusia) en 2015.
Aspirante a reina de la velocidad en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, Sjostrom golpeó su puño contra el agua antes de romper a llorar entre los aplausos del público, entregado a la inédita victoria de la estrella sueca, de 22 años.
Su quinto récord del mundo mereció la reverencia del tendido, el repique de campanas y la sucesión de aplausos que se repitieron con su ascensión al primer cajón del podio, donde recogió la medalla y las felicitaciones de la canadiense Penny Oleksiak y la estadounidense Dana Vollmer, ya cobijada bajo el llamativo chándal amarillo y azul que identifica a la delegación sueca en Río.
En distinto contexto se produjo la victoria en la primera semifinal de los 100 metros braza de la rusa Yulia Efimova, abucheada también en el turno nocturno. No celebró la hinchada su 1:05.72 y acalló con silbidos su entrada a la piscina.
Cuatro veces campeona mundial de natación, Efimova recibió permiso para competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro tras haber sido suspendida en marzo pasado por consumo de Meldonium.
El clima festivo que momentáneamente abandonó el Estadio Acuático reapareció con los locales Joao Gomes y Felipe Franca, testigos desde la quinta y sexta posiciones, respectivamente, del triunfo con récord del mundo (57.13) del británico Adam Peaty en la final masculina de 100 metros braza.
Esa celebración se produjo en la antesala de la enésima exhibición de la estadounidense Katie Ledecky. A sus 19 años, la nadadora de Washington incorporó una nueva gesta a su historial: es la primera mujer que baja del 3:57.00 en los 400 metros en estilo libre. En el agua sigue Ledecky construyendo un legado que pasará a la eternidad. Hoy superó a la segunda clasificada en 4.77 segundos. Su dominio es incuestionable.
Si no vieron como Ledecky ganó oro y quebró récord mundial 400 metros pic.twitter.com/Uos7IPtNcb
— Enrique Rojas/ESPN (@Enrique_Rojas1) 8 de agosto de 2016
Como lo ha sido en los últimos tiempos el del estadounidense Michael Phelps, quien esta noche se apoyó en el equipo para sumar su primer oro en Río. Esa medalla es la número 23 (19 de ellas de oro) del deportista olímpico más laureado de la historia.
"Michael Phelps, Michael Phelps, Michael Phelps" rugió durante el cierre de la segunda jornada el Estadio Acuático, orgulloso de ver nuevamente en el podio al irrepetible nadador de Baltimore, elegido esta vez para completar la segunda posta. Phelps se metió en la piscina segundo, detrás de Francia y dejó su participación primero, con más de un segundo sobre Francia.
La competencia la lideraba Francia, hasta que Phelps entro en accion. Una bestia del deporte, un gigante. 👏🏼 pic.twitter.com/0Iy2FFj5CA
— Esteban (@EstebannLT) 8 de agosto de 2016