La justicia francesa, que investiga un presunto caso de corrupción del expresidente de la Federación Internacional de Atletismo, Lamine Diack, ha ampliado sus pesquisas a la atribución de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que se celebrarán este verano, y de Tokio, programados para 2020.
El secretario de Estado francés de Deporte, Thierry Braillard, habló hoy de ese giro del procedimiento que dirige el juez anticorrupción Renaud van Ruymbeke, al ser interrogado por la información revelada por el diario británico The Guardian.
En una entrevista a la emisora France Info, Braillard subrayó que esta investigación sobre si hubo tráfico de influencias en la decisión de que la ciudad brasileña y la capital japonesa sean las organizadoras de las Olimpiadas de 2016 y 2020 no empaña la acción de los actuales dirigentes del Comité Olímpico Internacional.
"Parece que el que aparece cuestionado, por lo que he entendido, es el antiguo presidente de la Federación Internacional de Atletismo", señaló en alusión a Lamine Diack, al que Van Ruymbeke imputó el pasado mes de noviembre por haber aceptado dinero de la Federación rusa a cambio de ocultar positivos de dopaje.
El responsable francés negó que se planteen dudas sobre la limpieza de los actuales dirigentes del COI. "Al contrario -hizo notar-, el COI bajo la autoridad de Thomas Bach (su presidente) quiere que las cosas sean transparentes. Y en todo caso, sepan ustedes que la candidatura de París (para 2024) responderá a todos los criterios porque a ese respecto queremos ser ejemplares".
Según The Guardian, Lamine Diack y su hijo, Papa Massata Diack, sirvieron de intermediarios entre las ciudades candidatas para organizar los Juegos Olímpicos y algunos miembros del COI y añade que Estambul (otra de las ciudades candidatas para 2020) perdió el apoyo de Diack, debido a un acuerdo de patrocinio entre este y el turco, valorado en millones de euros. Esta acusación se basa en la transcripción de una conversación entre funcionarios turcos y el hijo de Diack a través de la cual Tokio consiguió el visto bueno.
Otros medios de la prensa mundial, como Sport1, han afirmado que Lamine Diack habría instalado junto con otros acusados dentro de la IAAF, un sistema de corrupción para cubrir también, entre otras cosas, muestras de doping positivo, con pagos y sobornos. Según este mismo periódico, Diack habría recaudado con estos pagos más de 1 millón de euros.
La concesión de los Juegos de Río de Janeiro se decidió en 2009 y la de Tokio en 2013.