El rugby es un deporte de contacto, rudo, pero que sin duda destaca por su honradez y nobleza. Lo ocurrido en el partido de la Rugby League entre los Leeds Rhinos y los North Queensland Cowboys se ha convertido en una de las grandes vergüenzas del rugby australiano.
En un momento del partido, Michael Garbutt se desentiende del juego y le propina un brutal puñetazo en la mandíbula a James Tamou. El fornido jugador de 1,96 metros de altura y 120 kilos de peso caía redondo al suelo. Tremendo KO, que le ha costado a Garbutt tan solo dos partidos de sanción.
Garbutt, que ha sido definido por su propio entrenador como "un estúpido", ha entrado en la historia de las agresiones más lamentables del rugby mundial.