Manolo Cadenas está confiado, eufórico. Hace dos semanas nos dijo en esRadio que "esta selección es de oro, tiene que buscar ese metal y tiene que luchar por ello". Da incluso algo de miedo estar tan convencido de tus posibilidades porque el Europeo de balonmano que arranca en Polonia este sábado, está lleno de trampas. Es una cita dura que premiará al campeón con el billete olímpico y, si la vencedora es Francia, otorgará al subcampeón el ansiado viaje a Rio de Janeiro. Si las cosas van mal, llegarán los preolímpicos en abril, que darán seis plazas más para los Juegos. Así está la cosa.
Pero el seleccionador español sabe que este bloque es contundente y muy fiable. Campeón del Mundo en 2013, en Barcelona, todavía de la mano de Valero Rivera pero con la práctica totalidad de esta selección, ya en aquel plantel. Tras ese éxito llegó Cadenas con el que conseguimos la medalla de bronce en el Europeo de Dinamarca en 2014, metal que se nos escapó ante Polonia en el Mundial de Qatar en un partido mortal el año pasado. Pero esta selección huele a medalla, paso a paso, partido a partido, pero debe estar arriba.
Se presenta España en el campeonato con jugadores del Barcelona y de equipos extranjeros. Ningún equipo de la liga ASOBAL que no sean los culés aporta jugadores al combinado nacional. Un problema serio que hunde en la miseria a nuestra competición pero que sobrevive de milagro cuando salimos fuera. Cuando España compite, el nivel es alto porque los jugadores han emigrado a destinos potentes. Varios jugadores en Hungría, Macedonia, Polonia, Francia, Alemania, incluso Qatar.
España debutará este sábado ante Alemania en el Centennial Hall de Wroclaw, localidad y escenario del que no se moverá en la primera fase ni en la segunda. El lunes llegará Eslovenia y el miércoles Suecia a la que apabullamos en el Memorial Domingo Bárcenas. No hay manera de pensar en una España eliminada en esta fsse (las tres primeras pasan de ronda). A partir del fin de semana próximo una ronda en la que nos juntamos con Dinamarca, Hungría, quizá Montenegro, Rusia. Sólo dos de ese nuevo grupo de seis, en el que valen los resultados de la primera fase, accederán a las semifinales. Palabras mayores entonces con Francia,. Croacia, Islandia, pero para eso queda mucho.
En nuestro esquema, básicos siempre en ataque Víctor Tomás, Valero Rivera Folch, Joan Cañellas, Raul Entrerríos. A eso, sumarle la defensa. Con su sistema 6-0 con Gedeón Guardiola, Viran Morros y Julen Aguinagalde haciéndose fuertes. Es el bloque más sólido del campeonato y uno de los más rocosos fisicamente. Ahí está España muy cerca de Francia, nuestra gran bestia negra. La selección de Claude Onestá, una de las favoritas se hace mayor (Karabatic, Omeyer) pero no pierde el hambre. Campeona de Europa en 2006, 2010 y 2014, del mundo en 2011 y 2015 y Olímpica en 2012. Una bestialidad.
Sumar a todo esto la anfitriona Polonia, medalla de bronce el pasado Europeo. Jugar en casa siempre es un aliciente lo que ha incluido a la selección de Michael Biegler en la terna de favoritas en muchas apuestas con un Krzysztof Lijewsky, el jugador del Kielce, compañero de Aguinagalde, en plena forma.
Pero además las de siempre en un Europeo, mucho más exigente que un Mundial. Croacia, Eslovenia, Suecia, Hungría con Talant Dujshebaev estrenándose como seleccionador, Dinamarca, Islandia. Una temeridad descartar a alguien, incluso señalar un favorito claro. España siente que ha podido llegar la hora pero debe ir paso a paso. Sin cometer errores. El balonmano español se encuentra ante una gran oportunidad