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Astana firma un doblete en Andorra con Mikel Landa y Fabio Aru; Froome queda descartado para La Vuelta

Fabio Aru es el nuevo líder de la general, por delante de Purito Rodríguez y Tom Dumoulin.

Fabio Aru es el nuevo líder de la general, por delante de Purito Rodríguez y Tom Dumoulin.
Mikel Landa celebra su victoria en la cima de Cortals D'Encamp. | EFE

"La más dura de mi vida", dijo Chris Froome el día previo; o "bestial", anuncia Alejandro Valverde. Y así ha sido esta undécima etapa de la Vuelta a España que nos ha dejado la (re)confirmación de que Mikel Landa es un escalador como la copa de pino. Ha sido el mejor en esta infernal jornada en Andorra que ha tenido de todo. Caída, hundimientos, lluvias y montaña. Mucha montaña.

Eran seis puertos los que afrontaban en el día de hoy en tan sólo 138 kilómetros que todo el pelotón miraba con nerviosismo a ver qué podía pasar. Purito Rodríguez fue el que diseñó este recorrido hecho para unos pocos. Froome venía de asustar. Dumoulin, el líder, era capaz de aguantar. Valverde venía de una caída, pero ahí estaba. Y Aru se mantenía al acecho.

Al final, Aru y Landa, Landa y Aru. Los mismos que le buscaron las cosquillas a Alberto Contador en el pasado Tour han sido primero y segundo en meta. El ciclista alavés se filtró en la numerosa escapada de la jornada, de 19 ciclistas, donde Erviti fue el más guerrero en los primeros compases y Omar Fraile ha conseguido retener el maillot de la montaña.

Froome sufre una caída y dice adiós a la general

Todo eso llegó cuando pasó el gran momento de la jornada antes de la batalla final. Chris Froome se fue al suelo al poco de arrancar la etapa. Eso provocó que su equipo, el Sky, tuviera que tirar por detrás, con calma, para enlazar con el grupo de favoritos. Ahí sí estaban todos los demás, con Astana, el gran favorecido en el día de hoy, tirando de cabeza. Consiguió enlazar Froome e incluso, kilómetro después, puso a los suyos a tirar.

Sólo era un espejismo de lo que ocurrió finalmente. Porque en el puerto más duro del día, el Collado de La Gallina, de categoría especial, el británico se quedó. Ni watios ni pulsómetro. Sólo contaban las fuerzas y ese costado izquierdo magullado por la caída. Froome dijo adiós a la general. Pero no a la carrera. Y eso es algo de agradecer para un hombre que ha perdido el objetivo de ganar el maillot rojo.

De nuevo queda claro que, hoy en día, en este ciclismo del Siglo XXI, hacer doblete es casi una quimera, producto de un sueño de otra época. No pudo Contador con Giro-Tour; no podrá Froome con Tour-Vuelta. Deseo desvanecido, como una melodía que llega a su fin. Pero el disco no se terminó y aunque la de Andorra no ha sido su mejor partitura, al ganador de último Tour le quedan muchas canciones por entonar. Sólo llegar a meta después de lo mal que iba ya tiene su mérito.

Gana Landa, que no espera a Aru

Aunque para mérito el de Mikel Landa. Es el gran presente y futuro de un ciclismo español que se veía escaso de un gran corredor de tres semanas. Contador, 33 años; Valverde, 35; Purito, 36. Así está la edad de oro enquistada española. El relevo está claro que está en el hombre que ha levantado los brazos en Cortals d'Encamp, atacando en la base de este puerto, el último del día, dejando atrás a los otros cuatro que quedaban con él: Boswell, que acabó tercero en meta, Poljanski, Sicard y Oliveira.

Llegó en solitario, con más de un minuto de ventaja sobre su compañero Fabio Aru, nuevo líder, y enemigo en casa. O, mejor dicho, el italiano no ha encontrado la ayuda que hubiera precisado para haber aumentado algo más la ventaja con respecto a sus rivales. Eso, y la bonificación, que habría sido de 10 segundos. Y cualquier segundo, cualquier metro, vale. Porque donde atacó Landa lo hizo después Aru, dejando secos a Valverde, Dumoulin, Chaves o Pozzovivo. Quintana lo intentaba y tras ir hacia delante y quedarse clavado después, el colombiano se dejó en meta más de 4 con Landa, uno menos con Aru.

Escabechina en la general; Dumoulin sigue vivo

Así, el italiano, líder de un Astana que denostó a Landa en el Giro y que, por eso, ha hecho la guerra por su cuenta, también es ahora líder de la Vuelta. La cena, tras la actuación de ambos, debería ser festiva. Pero no lo será por la falta de colaboración y el ir cada uno por su lado. Tampoco lo será en Katusha, con Dani Moreno y Purito llegando juntos a 35 y 37 segundos de Aru. Otro equipo que no cenará con alegría.

Tampoco Sky, con el desfallecimiento de Froome; ni Movistar. Quintana se dejó un mundo y Valverde, que peleó por no hundirse, entró junto a Chaves y el portador del rojo, Dumoulin, a 1'39" de Aru. Y eso que pareció que Movistar y Katusha iban a disfrutar cuando en el descenso de La Gallina se fueron Purito y Valverde por delante y encontraron compañeros para formar un grupo interesante...que no llegó a ningún lado, porque Astana tenía ganas de fiesta desde el primer kilómetro.

Desde luego, lo que ha dejado también claro esta etapa, donde la lluvia ha aparecido, justo el día después de la jornada de descanso, es que los del Giro llegan bastante más frescos que los del Tour. Además, éstos, se han dejado tiempo en el sentido inverso al que subieron al podio. Así, Froome 8'41" con Landa. Quintana más de cuatro; y Valverde tres. Purito, que no disputó la general, tampoco ha podido seguir a Aru que, junto a Landa, venía más fresco tras la ronda italiana.

Ha sido una jornada dramática en cuanto a la pérdida de tiempo de los ciclistas. Y ha sido porque la Vuelta ha buscado un cambio de tuerca que ya se anunciaba allá por enero, en su presentación, cuando se vio que el "circuito" por Andorra con seis puertos de montaña, aunque fuera en sólo1 38 kilómetros, iba a hacer mucho daño en las piernas de los ciclistas. 5.000 metros de desnivel no es ninguna broma y eso lo han notado.

"Han sido los tres kilómetros más duros de mi vida", ha dicho Landa en meta. Y lo ha dicho el ganador, el único que ha entrado con una sonrisa en meta. Joaquim Rodríguez ha sido el artífice de una jornada de las que se suelen llamar épicas. No hacía falta atacar. Ya el perfil del recorrido y la altura de temporada a la que estábamos hacía el resto.

Sin embargo, por muy dura que haya sido. Por mucha montaña, hay un contrarrelojista que hoy ha hecho una subida antológica: el holandés Dumoulin, a 2'59" del ganador, 1'37" más bonificación de Aru. Ahora está tercero, a sólo 30" de Aru, con Purito segundo a 27. Queda mucha montaña, sobre todo el tríptico cántabro-asturiano que cierra este segundo bloque. Pero también la decisiva crono de Burgos, donde Dumoulin puede meterle un mundo a todos su rivales en esta Vuelta a España. Cuidado que han dejado vivo a una víctima que se puede vengar. A ritmo, como ha hecho en Encamp, puede dar la gran campanada. Pero en etapas como ésta, a pesar de los cuarenta minutos de retraso con que ha acabado, se ve donde está la dureza. No hace falta kilometraje. La dureza la dan las ascensiones y la ponen los ciclistas.

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