El ataque de Vincenzo Nibali a pocos kilómetros de culminar el ascenso a la Croix de Fer se produjo cuando el maillot amarillo Chris Froome sufría una avería mecánica, lo que provocó que el británico fuera muy crítico con el italiano.
"No es una actitud deportiva, no va en el espíritu de lo que es el Tour de Francia", señaló el ciclista del Sky, que en la meta tuvo palabras muy duras contra Nibali. "Le he dicho lo que pensaba de él", dijo Froome, mientras que el italiano reconoció la bronca y se limitó a decir que "fueron palabras muy duras e injustas que no puedo repetir".
Nibali indicó que no había visto que el maillot amarillo se había detenido cuando lanzó el ataque, una versión que Froome no se creyó. "Muchos ciclistas me han dicho que en el momento de la avería él me miró y atacó (...) No digo que haya que parar la carrera, pero tengo la sensación de que mi problema mecánico provocó su ataque", dijo.
Una versión que contrasta con la de Nibali. "No vi la avería, yo tenía programado atacar en ese puerto y habíamos hecho toda la etapa para ello. No podía esperar al último puerto, hay ciclistas, como Nairo Quintana, que van muy fuertes", dijo el ganador del Tour del año pasado.
"Estoy muy decepcionado por sus palabras", agregó el italiano, quien señaló que antes del ataque volvió la cabeza para hablar con su compañero de equipo Tanel Kangert. "Yo también me he caído y no me han esperado. El otro día se cayó Contador y no lo supimos hasta unos kilómetros más adelante. En este tipo de incidentes no hay reglas", señaló Nibali.
La relación entre el italiano y Froome no parece la mejor. En la etapa sexta, con final en Le Havre, Nibali se vio envuelto en una caída y acusó al británico de haberla provocado. El líder del Sky fue al autobús de Astana para aclarar el incidente y ambos se perdonaron públicamente.
Pero la paz pareció de corta duración, porque las chispas volvieron a saltar hoy entre los dos últimos ganadores del Tour.
Nibali acabó por asegurar que durante este Tour sintió que el equipo de Froome le impidió estar en las escapadas. "No estaba bien para luchar por la victoria, pero en este Tour cuando he atacado siempre me ha respondido Froome, Valverde o Quintana, nunca Contador o Gesink, que era a quienes podía quitar un puesto en la general. Pienso que el nombre de Nibali todavía asusta", aseguró.
"No es una actitud deportiva, no va en el espíritu de lo que es el Tour de Francia", señaló el ciclista del Sky, que en la meta tuvo palabras muy duras contra Nibali. "Le he dicho lo que pensaba de él", dijo Froome, mientras que el italiano reconoció la bronca y se limitó a decir que "fueron palabras muy duras e injustas que no puedo repetir".
Nibali indicó que no había visto que el maillot amarillo se había detenido cuando lanzó el ataque, una versión que Froome no se creyó. "Muchos ciclistas me han dicho que en el momento de la avería él me miró y atacó (...) No digo que haya que parar la carrera, pero tengo la sensación de que mi problema mecánico provocó su ataque", dijo.
Una versión que contrasta con la de Nibali. "No vi la avería, yo tenía programado atacar en ese puerto y habíamos hecho toda la etapa para ello. No podía esperar al último puerto, hay ciclistas, como Nairo Quintana, que van muy fuertes", dijo el ganador del Tour del año pasado.
"Estoy muy decepcionado por sus palabras", agregó el italiano, quien señaló que antes del ataque volvió la cabeza para hablar con su compañero de equipo Tanel Kangert. "Yo también me he caído y no me han esperado. El otro día se cayó Contador y no lo supimos hasta unos kilómetros más adelante. En este tipo de incidentes no hay reglas", señaló Nibali.
La relación entre el italiano y Froome no parece la mejor. En la etapa sexta, con final en Le Havre, Nibali se vio envuelto en una caída y acusó al británico de haberla provocado. El líder del Sky fue al autobús de Astana para aclarar el incidente y ambos se perdonaron públicamente.
Pero la paz pareció de corta duración, porque las chispas volvieron a saltar hoy entre los dos últimos ganadores del Tour.
Nibali acabó por asegurar que durante este Tour sintió que el equipo de Froome le impidió estar en las escapadas. "No estaba bien para luchar por la victoria, pero en este Tour cuando he atacado siempre me ha respondido Froome, Valverde o Quintana, nunca Contador o Gesink, que era a quienes podía quitar un puesto en la general. Pienso que el nombre de Nibali todavía asusta", aseguró.