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Las cloacas del deporte español: tejemanejes de Villar y subvenciones (III)

Repasamos los 27 años de mandato de Ángel María Villar y desvelamos los criterios que sigue el CSD a la hora de repartir las subvenciones.

Ángel María Villar y Miguel Cardenal. | LD

El próximo 29 de julio se cumplirán 27 años de la llegada de Ángel María Villar a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF). A excepción de las elecciones celebradas en 2004, en las que se impuso a su antiguo secretario general Gerardo González por un estrecho margen (98 votos a 78), Villar ha arrasado en el resto. Eso le permite proclamar frases como "yo soy el fútbol español" o "el fútbol español es el que me vota".

¿Cuál es el éxito de Villar?

Su gran pilar electoral es la distribución del dinero que efectúa entre las federaciones territoriales, según reconoce la propia Federación en un documento:

Aproximadamente el 60% de los ingresos de las federaciones de ámbito autonómico son sostenidos por el dinero que la RFEF entrega a éstas en concepto de subvención.

Así, Villar cuenta con el apoyo de todos los presidentes de las federaciones territoriales salvo uno: el presidente de la Federación Aragonesa, Óscar Fle.

102 votos de los 180 que componen el censo están relacionados directamente con las federaciones territoriales al ser las que aglutinan el fútbol aficionado y el estamento arbitral.

Por lo tanto, Villar se asegura un 56% -aproximadamente- de apoyo en las urnas de manera sistemática.

Voces críticas y años complicados

En ningún ámbito de la vida es bueno que una persona acumule demasiados años de poder. En todo este tiempo como presidente, han sido muchas las voces críticas y muchos los frentes abiertos que ha tenido Villar. Y especialmente duro ha sido el último año.

A continuación pasamos a detallar cuáles son algunos de esos frentes abiertos:

El escándalo de corrupción de la FIFA ha hecho mucho daño a Ángel María Villar. Además de la dimisión de Joseph Blatter -Villar siempre fue un protegido del suizo-, muchos de los detenidos y procesados tenían una estrecha relación con el dirigente español, que además de presidente de la RFEF es vicepresidente primero del organismo rector del fútbol mundial.

"El proceso de candidatura es limpio, digan lo que digan y comenten lo que comenten. Sois trabajadores honestos, ya está bien de que nos difamen y nos calumnien. Quiero a la FIFA, pero a los que más quiero son a mis compañeros del Comité Ejecutivo".

Con esta vehemencia y seguridad se manifestaba Villar en diciembre de 2010,durante su convocatoria para defender y promocionar la candidatura ibérica (España y Portugal) para el Mundial de 2018. El discurso de defensa sobre sus compañeros de la FIFA lo pronunció después de planear las sospechas de corrupción sobre la elección de Sudáfrica como sede para el Mundial de 2010, y en los días previos a las votaciones para los mundiales de 2018 y 2022.

Curiosamente, esta semana se ha conocido, tras una investigación de The Sunday Times al publicar un vídeo grabado en secreto, que el ex alto directivo de la FIFA Ismail Bhamjee afirmaba que el ganador para organizar el Mundial era Marruecos. Así quedó de manifiesto cuando en 2004, al terminar la sesión en Zúrich (Suiza), los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA se preguntaban entre sí qué habían votado. La respuesta: Marruecos por dos votos. Además, al mismo tiempo que Sudáfrica defiende su inocencia, Bhamjee confirmó que el ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner estuvo involucrado en las prácticas de soborno.

Cinco años después de la defensa a ultranza de Villar, algunos de los compañeros a los que arropó son investigados por soborno y blanqueo de capitales.

Según publicó el diario alemán Die Welt, Villar ha llegado a ser investigado por la propia FIFA a través de su Comisión Ética. El principal organismo del fútbol internacional decidió abrir una investigación contra el dirigente tras negarse a cooperar en los informes de los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022.

En otras palabras: la FIFA investigaba a uno de sus vicepresidentes por formar parte de una presunta trama de compra de votos que habría dado a Qatar la organización del Mundial de 2022.

El pasado 9 de junio se produjo el debut histórico de España en el Mundial femenino de fútbol, celebrado en Canadá, con el partido que enfrentó a las pupilas del cuestionado Ignacio Quereda frente a Costa Rica (1-1). Nunca antes la sección femenina de nuestra selección tuvo tanto apoyo mediático. Pero hubo una ausencia que chirrió bastante: la de Ángel María Villar. A pesar de estar justificada, su ausencia puede considerarse como un desprecio hacia lo que él mismo representa (presidente de la Federación Española de Fútbol, tanto masculino como femenino).

Entre su sueldo en la Federación más lo que ingresa como vicepresidente de la FIFA y la UEFA, Ángel María Villar tiene un sueldo estimado de entre 300.000 y 500.000 euros anuales. El CSD reclama a Villar entre 7 y 8 millones de euros correspondientes al 1% de las Quinielas, un dinero público que la Federación de Fútbol cobró pero que no ha justificado convenientemente. Las cantidades corresponden a los años 2010, 2011, 2012 y 2013, ya que en 2014 rechazó la subvención.

La auditoría a la que la RFEF fue sometida detectó una anomalía entre las cuentas. Habían desaparecido 350.000 euros. La Federación extravió el dinero en cambio de divisa extranjera. Cuando a su presidente se le piden explicaciones, Villar calla y alimenta la polémica. La pregunta es obvia: ¿cómo se pueden llegar a perder 350.000 euros en cambio de divisa extranjera? Pero la respuesta no tanto, pues la cuestión sigue en el aire y Ángel María Villar se niega a responderla.

Lo que intenta averiguar BDO, la empresa a la que el Consejo Superior de Deportes (CSD) encargó la auditoría, es si la pérdida de esa importante cantidad de dinero se debe simplemente a los avatares que se producen continuamente en los mercados de divisas, a una mala gestión del momento en el que se hacen efectivos los cambios o si se produjo algún tipo de irregularidad y pudo beneficiarse alguien a título particular con los mismos. Si nada se ha hecho mal, ¿por qué no se dan las explicaciones pertinentes?

Otro de los asuntos en los que Villar se ha visto salpicado a lo largo de estos años tiene que ver con el ámbito puramente competitivo. Supuestos amaños de partidos en la Liga que no eran investigados, árbitros bajo sospecha, primas a terceros... Una de las personas más críticas y que vertió acusaciones más graves en contra de Villar fue José María Caneda, expresidente del Compostela.


En una entrevista concedida a la página web Compostimes en diciembre de 2012, Caneda acusó a Villar de arreglar el partido Castilla -Compostela. Caneda, muy explícito, tiraba un dardo envenenado al Presidente de la Federación Española: "La de veces que denuncié amaños y ventas de partidos y no me hicieron caso. Todo lo contrario. Lo único que hicieron fue amenazarme. Por ejemplo, un día me llamó Villar y me dijo: 'José María, tienes que retirar la denuncia'. Yo le insistía en que no la quería retirar, pero me dijo que la retirase y que me harían un favor. Al final la retiré y era un año que estábamos en Segunda y que no íbamos ni adelante ni atrás. Nos tocaba jugar contra el Castilla, o contra el Real Madrid B, y me llamó Villar y me dijo que mi deuda iba a quedar resuelta. Sólo me dijo una cosa más: que jugase quien jugase de delantero centro se pegase al central rival y forcejease con él. Cuando llegó el partido y nuestro delantero, que no me acuerdo quien era, le hizo dos faltas clarísimas al central, el árbitro nos pitó dos penaltis a favor nuestro. Cuando acabó el partido me llamó y me dijo: 'Estamos a la par'. Así funciona todo".

Posteriormente, Caneda rectificó y dijo que el que le había llamado no era Ángel María Villar, sino otro miembro de la federación pero que no recordaba su nombre. ¿Por qué recularía José María Caneda?.

¿Cómo reparte el CSD las subvenciones?

Las federaciones presentan su solicitud para recibir el dinero de la subvención anual de rigor. Entonces se abre un plazo en el que el CSD estudia tres aspectos, que, según proclama este mismo organismo, son claves para decidir cuánto dinero se debe repartir a cada federación.

a) Apartado deportivo

Según los resultados obtenidos por los deportistas que pertenecen a cada federación en el año anterior.

b) Ámbito económico

Se tiene en cuenta si se han cumplido con los criterios de 'buena gobernanza' en los que se estudia el resultado del ejercicio económico anterior, la solvencia y grado de cumplimiento de los presupuestos, si se aprecia algún movimiento extraño de dinero por el que un determinado presidente utilice la ayuda pública para su interés individual. Según el propio CSD, la medida del cumplimiento o no de dicho Código "constituirá un importante baremo a efectos de concretar el importe de la subvención que el CSD distribuye cada ejercicio a cada federación".

c) Dinero privado

El último de los baremos estudiados por el CSD a la hora de repartir el pastel de las subvenciones es el volumen de dinero privado que fluctúa dentro de cada federación. Cuanto más dinero privado dispongan, menos dinero público recibirán las federaciones.

¿Qué federación recibirá más dinero público?

Si el lector piensa en la Real Federación Española de Natación (RFEN), ha acertado de pleno. La entidad que preside Fernando Carpena -amigo y protegido del secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal- tendrá este año una subvención de 3.189.937 euros, casi 400.000 más que el ejercicio anterior.

A pesar de presentar un déficit de 600.000 euros en los presupuestos de esta temporada, algo que vulnera el Código de Buena Gobernanza que el propio CSD proclama como "clave para recibir la ayuda pública", la Federación de Natación será la que más dinero reciba. Y es que Miguel Cardenal no sólo no castiga a Carpena por su dudosa gestión el año pasado, sino que le premia situándole a la cabeza de las subvenciones.

La distribución de las subvenciones, además de dejar claro que es mucho más arbitraria de lo que el CSD proclama, parece constatar, una vez más, el trato de favor del que goza Fernando Carpena.

El pasado 18 de mayo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó las subvenciones a las distintas federaciones deportivas de nuestro país para el ejercicio de 2015. La que más ayudas recibe es la de natación, con una dotación de 3.066.825,04 euros, mientras que en segundo lugar figura la de atletismo (3.059.182,86).

A continuación figuran las de piragüismo (1.889.883,80 euros), balonmano (1.505.620,69), ciclismo (1.368.479,37) y gimnasia (1.208.138,07). Por contra, las que menos dinero público reciben son las federaciones de esquí naútico (1.050 euros) y la Federación Española de Deportes de Paralíticos Cerebrales (1.830).

Los dos bandos: Cardenal vs Villar

Hay que tener en cuenta que Miguel Cardenal es el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). Es decir, muchas de las federaciones deportivas dependen de sus decisiones. ¿Por qué? De las 66 federaciones que existen en España, sólo una mínima parte no necesita el dinero público para sobrevivir. El resto depende de las subvenciones para cuadrar sus presupuestos. De hecho, la ayuda que da el gobierno en algunos casos supone casi el total del presupuesto anual de la federación en cuestión. Por esto, guerras como las que libra Cardenal con otros presidentes federativos -como es el caso, por ejemplo, de Ángel María Villar- ni les van ni les vienen, por lo que prefieren mantenerse al margen.

En líneas generales, Cardenal cuenta con el apoyo de las federaciones más poderosas. Fernando Carpena (natación), José María Odriozola (atletismo), Agustín Martín (voleibol), Javier Revuelta (hípica), José Hidalgo (triatlón), Marco Antonio Rioja (esgrima), Santiago Deó (hockey), Carmelo Paniagua (patinaje), Juan José Román (piragüismo), Miguel Ángel Machado (tenis de mesa), Antonio Moreno (kárate) y José Luis Saéz (baloncesto).

En el otro bando, el clan anti-Cardenal, con Villar a la cabeza, están los presidentes de las federaciones más modestas. Incluso hay miembros de este segundo grupo que llegan a reunirse para estudiar la estrategia a seguir contra el presidente del CSD. Muchos de ellos están molestos por las injerencias de Cardenal; otros, dolidos porque se sienten desamparados por el máximo responsable político del deporte español. Es el caso de José Luis Escañuela (tenis), Lorenzo Miret (tiro con arco), Ángel Rojo (lucha), Andrés Gutiérrez (caza), Antonio Martín Galán (boxeo) y José Ángel Rodríguez (vela). Curiosamente, se han filtrado a la prensa supuestos escándalos de todos ellos.

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