Ya sufrió una caída en la sexta etapa en la que se dislocó un hombro y Alberto Contador no estaba dispuesto a besar el suelo de nuevo por la acción temeraria de un aficionado. Por ello, le recriminó a uno de éstos, que veía la etapa desde el arcén, que metiera su cámara casi junto a la cara del propio ciclista.
Ha ocurrido en la 16ª etapa, camino de Aprica y con el Mortirolo de por medio. Antes de que arrancara toda la lucha por la etapa y la general, con el pelotón compacto y tirado por el Tinkoff-Saxo, Contador, que era el quinto en la fila encabezada por sus compañeros, se enfada y tira abajo la cámara.
Por la imagen de televisión, parece una Go Pro instalada en el palo que tan habitual se ha hecho para el uso de selfies. En cuanto ve la cámara, el madrileño le da un golpe con la mano y la tira hacia abajo, buscando al dueño con la mirada para recriminárselo.