Se ha roto la racha. Hasta aquí ha llegado. Siempre veía el final de las carreras desde un lugar del cajón. Pero en la Tirreno–Adriático, algo más de un año después de comenzar con ese período de éxitos, o segundos puestos, Alberto Contador no sube al podio. Por primera vez, el pinteño se queda fuera del podio, al ser quinto en la carrera de los dos mares, conquistada por Nairo Quintana.
Ya era tradición ver al madrileño saludar al acabar las carreras desde un lugar privilegiado. Tantas veces ha sido primero como segundo, tres. Porque siempre que acude a una carrera por etapas, ya sea de cinco días, una semana, o una gran vuelta, la clasificación final tiene a Contador como protagonista.
Victorias en Algarve, País Vasco y la Vuelta
A finales de febrero de 2014, el madrileño terminó segundo en la general de la carrera portuguesa de la Vuelta al Algarve, tan sólo superado por el que meses más tardes sería campeón del mundo, el polaco Michal Kwaitkoswki. Eso sí, Contador se llevó al menos la etapa reina.
Tras ese segundo puesto, turno para la Tirreno–Adriático que sí que ganó. Se llevó dos etapas y superó en la general a Nairo Quintana y a su compañero Roman Kreuziger. Su primera parte de la pasada temporada se cerraba con otras dos vueltas más, ambas en España.
Primero fue la Volta a Catalunya, en la que quedó segundo tras el local Joaquin Purito Rodríguez, a finales de marzo. Y una semana después, turno para la Vuelta al País Vasco, su mejor carrera de la temporada, siendo líder de principio a fin, tras ganar la primera jornada. Esta vez fue el propio Kwiatkoswki el que acabó segundo, con el francés Péraud tercero, que meses más tarde finalizaría segundo en el Tour.
La caída del Tour, su único "no" podio
Hasta aquí llegó su primer bloque, que se saldó con dos victorias y dos segundos puestos. Y todavía quedaba más. En junio tomó salida en la Dauphiné Liberé, última carrera previa a su gran objetivo del año, el Tour de Francia. Se colocó como líder en la penúltima etapa. No ganó, pero sí dejó atrás a su "archienemego" Chris Froome. Aunque en la última etapa, el estadounidense Andrew Talansky volteó la general, relegando al segundo puesto al corredor de Tinkoff–Saxo.
La temporada iba bien. Pero todo se torció en el descenso del Petit Ballon, en la décima etapa del Tour de Francia. Fisura en la tibia y adiós a toda opción de conseguir el amarillo. Fue la única carrera en la que no subió al podio, pero por esa caída que le obligó a abandonar.
Llegó y ganó en la Vuelta
Y cuando parecía que no llegaría a tiempo de disputar la Vuelta a España, el madrileño se presentó en la línea de salida de Jerez, para llegar de rojo a Santiago de Compostela, habiendo ganado dos etapas, ambas de montaña. Segundo, el conocido Froome; y tercero Alejandro Valverde. Ese tercer puesto del murciano le hizo a Contador replantearse algo inédito en todo el 2014, que no es otra cosa que disputar carreras de un día. Los dos españoles pelearon por ganar el UCI World Tour. Por ello, Contador disputó la Milán–Turín primero, y el Il Lombardía después. Valverde fue aquí segundo, y Contador sufrió una caída.
Se acabó la temporada 2014 que le dejó tres victorias y tres segundos puesto en carreras por etapas. Nunca por debajo. Y esa racha de buenos resultados no terminaba aquí. Porque al empezar la temporada, Contador optó por acudir a la Vuelta a Andalucía, con dos finales en alto. Él ganó el primero; Froome el segundo. Golpe certero que le dio el triunfo en la general al británico, y el segundo puesto al pinteño.
Otra vez ahí arriba, entre los dos mejores. Hasta que llegó la nieve en el Terminillo, en la Tirreno–Adriático. Emergió Nairo Quintana y enfrió las piernas de un Contador que, por vez primera en más de un año, se quedó fuera del podio. Se acabó la racha.