El caso de la muerte del mítico ciclista italiano Marco Pantani, fallecido hace diez años, sigue sumando misterios alrededor de unos hechos que siempre han despertado las dudas en su familia. Pantani, probablemente el mejor escalador de todos los tiempos, fue el máximo exponente de una de las etapas más oscuras del ciclismo, marcada por el dopaje, por la barra libre para todo tipo de sustancias, por un ciclismo obsesionado con el espectáculo de hombres sobre dos ruedas llevados al límite en etapas interminables.
El 14 de febrero de 2004 falleció solo en la habitación del Hotel Le Rose de Rimini. El resultado de las investigaciones determinó que la sobredosis fue la causa de una muerte que conmocionó al mundo de ciclismo. El declive del Pirata le había llevado a morir en la absoluta soledad y se desconocían las causa de su presencia en aquel lugar.
Su madre, Tonina, siempre denunció que la investigación se hizo con "demasiada velocidad" y surgieron numerosas lagunas acerca de todo lo que rodeó al ciclista aquel fatídico día. Salieron a la luz algunas notas y conversaciones telefónicas en las que afirmaba que existía un plan para matarlo, hablaba de "una confabulación" y en las horas previas a su muerte se produjeron numerosas llamadas desde la habitación a la recepción del hotel.
Ingesta masiva de cocaína
El caso quedó archivado en 55 días y con la conclusión de que se trató de un suicidio por ingestión masiva de cocaína. Sin embargo, hace unos meses, la Fiscalía de Rimini decidió reabrir la investigación con la hipótesis de "homicidio voluntario y alteración de cadáver y de la escena del crimen". El objetivo era determinar por qué en el vídeo grabado por la policía de la habitación donde se encontró a Pantani alguien borró 125 minutos, así como que no se identificaran las huellas dactilares presentes en la habitación o que no se tuviese en cuenta el testimonio del empleado que le llevó la cena a la habitación y que aseguró que estaba en perfectas condiciones.
La familia Pantani veía por fin satisfecha su petición y comenzaba desde cero el trabajo para esclarecer una cronología de lo que sucedió ese día. Lo que no podían esperar es que unos días después de que se anunciase la reapertura del caso, desapareciesen las pruebas de la autopsia. Según ha revelado el diario italiano Gazetta dello Sport, todos los órganos procedentes del análisis de los forenses, entre ellos del corazón, permanecían almacenados pero han sido destruidos ante la sorpresa de la familia. "Me han destruido a mí también", ha afirmado su madre.
Las pruebas no se habían tocado hasta ahora desde que se realizó la autopsia. Pero el laboratorio que almacenaba los restos decidió aplicar rigurosamente el ordenamiento judicial italiano, justo antes de que se reclamasen. Ahora, la opción que se plantean los investigadores es la de exhumar el cadáver para tratar de poner luz sobre la oscura muerte de Marco Pantani, el ciclista que ganó un Tour de Francia y un Giro de Italia y marcó una época inolvidable en el ciclismo.