No es la primera vez que al danés Bjarne Riis se le ocurre una de estas ideas a la hora de encarar una pretemporada. Ya como manáger del conjunto CSC, por donde han pasado los hermanos Schleck, Cancellara o Carlos Sastre, entre otros, Riis ha organizado campamentos de supervivencia con el objetivo de fortalecer las relaciones entre los miembros del equipo.
Unas veces fue en el mar, donde gente como Ivan Basso, que no sabía nadar, tuvo que aprender; otras en la estepa; o incluso la más reciente, cuando fueron a Noruega y soportaron temperaturas de 15 grados bajo cero. Ahora Riis ha decidido ir a África, al Kilimanjaro, a principios de noviembre. Serán unas nuevas jornadas de convivencia en las que los nuevos, como el eslovaco Peter Sagan, tendrán que conocer a sus compañeros, con el español Alberto Contador al frente: "Quiero ver un grupo en el que todos trabajen juntos, construyendo las bases para la próxima temporada", dice el director danés, en declaraciones que recoge la web cyclingtips.
Tras varios años de pretemporadas más enfocadas a lo meramente deportivo, con la bicicleta como protagonista, Riis llevaba tiempo tratando de organizar una nueva excursión. "Hablé con la dirección, y obtuve luz verde de Oleg Tinkov (el empresario ruso que pone el dinero) y empecé a planearlo. Será un buen reto para todos y estoy deseando ver como reacciona el equipo bajo este tipo de estrés y condiciones difíciles, escalando tan alto".
6 días de ruta por el Kilimanjaro
De hecho, la idea que manejan en el seno del equipo es estar 6 días en la montaña africana del Kilimanjaro, en Tanzania -alejado de las zonas más dañadas por el ébola-. Corredores y resto de miembros del equipo llegarán a Moshi, en Tanzania, a final de octubre. Para el primero de noviembre empezar a escalar el Machama Gate, de 1.828 metros.
Y así estarán los cuatro días siguientes, realizando montañisto o trekking cada día, trabajando entre 6 y 8 horas, hasta alcanzar el Karanga, a más de 4.000 metro. Y al día siguiente subirán a la cima más alta, al pico más elevado de África, el Uhuru, de 5.891 metros.
Un duro ejercicio en el que Contador y sus compañeros tendrán que trabajar juntos por un objetivo común, que aunque parecido al que suelen realizar sobre una bicicleta, el de alcanzar la cima, ser los mejores, esta vez lo harán si su habitual herramienta de trabajo. Toda una experiencia que puede servir para que el ganador de la última Vuelta a España empiece a poner los cimientos para el reto que ha lanzado su jefe, el extravagante millonario Tinkov, consistente en pelear por las tres grandes en la misma temporada.