El lituano Ramunas Navardauskas se ha impuesto en solitario bajo la lluvia en la meta de Bergerac, en la decimonovena y antepenúltima etapa del Tour de Francia, mientras que el italiano Vincenzo Nibali (Astana) conserva el maillot amarillo y resta una jornada para vestirlo en París. Es la primera victoria de etapa de un ciclista lituano en las 101 ediciones de la ronda gala.
El ciclista del Garmin logró llegar a la meta con varios minutos de ventaja tras haberse marchado en solitario en la subida a la cota de Monbazillac, de cuarta categoría y única dificultad montañosa de la jornada, cuya cima estaba a 13 kilómetros para la meta.
El potente ciclista báltico, que ya había sido tercero en la primera etapa de este Tour, logró a la aventura la victoria que se le había escapado al sprint. Navardauskas, de 26 años, ganador el año pasado de una etapa en el Giro de Italia, se benefició de las duras condiciones climáticas, que desorganizaron la caza entre los equipos de los sprinters en el pelotón.
Con la calzada mojada, una caída pasada la bandera de los dos kilómetros dejó en la estacada a algunos de los favoritos, entre ellos el eslovaco Peter Sagan. Otros, como el alemán Marcel Kittel, se habían quedado kilómetros antes, en el ascenso al Monbazillac.
Todo ello permitió que Navardauskas, un ciclista de potencia, buen rodador y ganador este año del Circuito del Sarthe, conservara una renta de siete segundos con la avanzadilla del pelotón, encabezada por el alemán del Shimano John Degenkolb, seguido del noruego del Katusha Alexander Kristoff, que ya tiene dos etapas en este Tour.
La caída del final hizo que los tiempos de todo el pelotón fueran igualados y que no hubiera cambios en la general, liderada por un Nibali que cuenta los días para subir al podio de los Campos Elíseos. Ya sólo le restan dos, sobre todo la contrarreloj de este sábado en Periguex, que afronta con más de siete minutos de margen, lo que relega todo el suspense a conocer los otros dos puestos del podio. A ellos optan los franceses Thibaut Pinot y Jean-François Pinot, y el español Alejandro Valverde, todos ellos separados por sólo 15 segundos.