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Majka gana en Pirineos y Valverde salva el segundo puesto

Es la segunda victoria consecutiva del equipo Tinkoff, tras la que consiguió ayer el australiano Michael Rogers en la primera etapa de los Pirineos.

Fue llamado a filas a última hora, pero él se quejaba. Decía que su equipo no velaba por su salud, que era joven y tras disputar el Giro de Italia no era la más conveniente. Pero tenía que ocupar el lugar dejado por Kreuziger, y ser el mejor aliado de Contador en montaña. Sólo que el de Pinto tuvo que decir adiós antes de lo esperado, y el ganador del día encontró vía libre para realizar su gesta. Lo dijo Rogers, compañero suyo el día anterior: "si estuviera Contador yo no habría conseguido esta victoria". Y se repite la historia. Y eso que él no quería venir, pero el polaco Rafal Majka ya suma dos victorias de etapa y es líder de la clasificación de la montaña.

Fue el más fuerte de la jornada y supo no meterse en fuegos de artificio, evitando guerras menores. La etapa, corta pero intensa, de las que duelen porque se sale a un ritmo infernal -de hecho, en la primera hora cubrieron 50'2 kilómetros- se le suele atragantar a esos más veteranos que necesitan de largos kilometrajes. Lo pagó Valverde, que supo reponerse; y lo pagó Purito, que buscaba el maillot blanco de lunares rojos.

Valverde supo sufrir para aguantar en el podio

El murciano parecía que iba a ser el gran derrotado del día cuando no pudo seguir el ritmo de los más fuertes en la subida final a Pla d'Adet. Pero realizando ese gesto al que nos tiene acostumbrados, hizo una paradiña, respiró, tomó su propio ritmo, y con dos compañeros de equipo llegó hasta sus rivales por el podio, a los que superó en los últimos 300 metros. Sólo Nibali, intratable, y el veterano francés Pèraud le metieron tiempo en la cima.

Eran 124 kilómetros que arrancaron a tope, con varios equipos buscando la fuga para intentar la victoria de etapa. Tanto, que siguen pasando los días, y sólo 8 equipos han sido capaces de sumar victoria alguna. En este etapa incluso ha llegado la tercera para el reiventado Tinkoff sin Contador. Cuatro puertos en el camino, con Portillon -previo paso por España, por la zona del Valle de Arán-, Peyresourde, Val Louron y el final en Pla d'Adet. Un continuo sube y baja por la frontera pirenaica en el segundo plato de este macizo.

El pelotón de los favoritos se lo tomaba con calma. Mucho calor y mucho esfuerzo por delante. Con calma, con relativa calma. Astana, el equipo del líder, ponía una marcheta tranquila en el pelotón, controlando, pero dejando marchar a la numerosa escapada con buena representación española -de los 20, 4 eran españoles, Ion Izaguirre y Herrada, de Movistar; de David López, de Sky; y Joaquim Rodríguez, de Katusha- y serias opciones de pelear por la etapa, aunque Purito buscaba más la montaña, de la que casi tiene que decir adiós por el triunfo de Majka.

Purito pierde la montaña

No está siendo un buen Tour para el ciclismo español, pero al menos la opción del murciano Alejandro Valverde sigue intacta, aunque tendrá que cuidar su espalda con la última jornada en los Pirineos, con final en Hautacam previo paso por Tourmalet. Es mejor que los jóvenes galos Pinot y Bardet -a los que saca 34 segundos 1'08" respectivamente- en crono, pero debe tener cuidado con el veterano Péraud, el único que le ha podido seguir la rueda en la ascensión final a Nibali, y que se acerca a 32 segundos del murciano. Los Pirineos dictan sentencia, pero queda un verdugo que va a ser la crono del sábado. Todos saben que ahí hay mucho en juego. El podio, o quedar en el olvido. La salud, como pedía Majka que le cuidaran, queda en un segundo plano cuando se trata de alcanzar el objetivo.

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