Por un golpe de suerte, un capricho del destino, por una intuición o por simple casualidad, pero hay decisiones que suponen un antes y un después en la vida. Cuando aún Holanda tiembla ante la tragedia del MH17, se van conociendo historias amables que calman un poco el dolor. Como la de una madre y un bebe que no pudieron subir a bordo por problemas de papeleo, la de un pasajero que llegó tarde o la de Maarten de Jonge, un ciclista que ha esquivado la muerte en las dos tragedias de Malaysia Airlines.
Este deportista holandés de 29 años puede contarlo gracias a su afán por ahorrase unos euros. De Jonge tenía un billete para el avión que fue derribado el pasado jueves en Ucrania por un misil y que costó la vida a 298 personas. En una última búsqueda, encontró un pasaje más barato, un golpe de suerte que le salvó la vida. "Tenía pensado volver el jueves a Malasia porque mi madre y mis amigos tenían tiempo para acercarme al aeropuerto. Pero encontré un vuelo 300 euros más barato y decidí cambiarlo", cuenta el ciclista en declaraciones a la aerolínea KLM.
El holandés, que corre en el equipo malayo Terengganu Cycling Team, usa de forma habitual esta compañía. Viaja mucho y un euro más o menos, es importante. "Era bastante caro, de más de mil euros. Por tanto el querer economizar fue lo que me salvó la vida. Iba a competir en el Tour de Taiwán. Escogí un vuelo distinto. Todos me llamaron para ver si estaba vivo", continuó.
Pero la historia de este holandés va más allá. Es la segunda vez que se salva de la tragedia. De Jonge también eligió el vuelo de la compañía malaya que desapareció en marzo con 229 pasajeros a bordo. Esa vez, lo cambió al encontrar un vuelo sin escalas. "Es realmente extraño que por segunda vez no haya cogido un vuelo rumbo al desastre", dice el deportista.
De Jonge puede considerarse uno de los hombres más afortunados.