La organización del Giro de Italia ha decidido finalmente subir los dos puertos de mayor altitud de la edición de este año. 24 horas antes de ascender el Gavia y el Stelvio, de 2.618 y 2.758 metros, RCS, la empresa organizadora, ha dado el visto bueno.
La nieve, el frío y la poca visibilidad en la cima provocaban que no se tuviera claro si realizar estas dos duras subidas correspondientes a la etapa reina del Giro, la décimosexta, con final en Val Martello, a 2.059 metros de altura. Según ha indicado el Giro, salvo que la noche previa vuelva a nevar en la cima de alguno de los primeros puertos, Gavia y Stelvio, la etapa, de 139 kilómetros, se realizará íntegra.
Ya el año pasado, debido a frío que también sufrían por estas fechas en Italia, esta misma etapa, con paso por Gavia y Stelvio, y final en Val Martello, tuvo que ser modificada en un principio, eliminado esas dos subidas, que nunca antes se habían realizado en la misma etapa, cambiándolos por dos puertos de menor altura, como el Tonale y el Castrin, que no llegan a los 1.900 metros. Así se ha decidido que se haga este año si, finalmente, las condiciones meteorológicas impiden las ascensiones a los dos puertos míticos. Aun así, sustituyendo los dos techos del Giro por esos dos puertos de menor entidad, la etapa tuvo que ser suspendida por las duras condiciones que había en la cima de Val Martello.
Sí parece que en meta, este año, no habrá problemas. Las dificultades llegarán en los kilómetros previos. En una etapa corta, pero dura, puede ser que la batalla entre los favoritos de la general, comandada por el colombiano Rigoberto Urán, acabe quedándose en pólvora mojada, o más bien helada. Y es que, aunque se acabe subiendo, corre el rumor entre el pelotón de subir los dos puertos al tran-tran como protesta por haberles hecho subir con duras condiciones.
Recordemos, que además de las malas condiciones meteorológicas de la pasada edición, que obligó a cancelar una etapa (totalmente idéntica a la décimosexta de esta edición) y recortar otra (la penúltima), ya en el 2011, edición que ganó Alberto Contador y de la que después fue desposeído por su positivo por clembuterol, se edición eliminar el paso por el Crostis por la peligrosidad de su bajada, con una parte del terreno sin asfaltar.
Ahora, con la nieve, el frío y la poca visibilidad, la etapa reina corre peligro. En la edición que quería rendir homenaje al décimo fallecimiento de Marco Pantani, puede que lo que más le gustaba al difunto escalador, las duras subidas, tenga que desaparecer del perfil del Giro.