El ciclista Holantes Pieter Weening (Orica) se ha adjudicado la novena etapa del Giro de Italia, entre Lugo y Sestola, de 174 kilómetros, segundo final en alto, tras la cual el australiano Cadel Evans (BMC) ha conservado la camiseta de líder.
Weening se impuso a su compañero de aventura en la parte final de la etapa, el italiano Davide Malacarne (Europcar). El también italiano Domenico Pozzovivo llegaba segundos después, superando en la recta final al australiano Cadel Evans que sigue líder de la carrera.
Sin cambios en la general
Una jornada que ha dejado las cosas como estaban, aunque el italiano Pozzovivo arañó casi medio minuto a Evans, que dio la sensación de que no quiso forzar, ya que tiene una buena renta en la general y resta mucha montaña y muchas encerronas.
La salida fue un tanto nerviosa, con muchos intentos de escapada que no fueron a ninguna parte debido al control del equipo del líder. Una caída masiva, hacia el kilómetro 50, rompió el pelotón y la tranquilidad que habían impuesto Evans y su equipo. Ese orden se rompió y facilitó la escapada del día.
Los protagonistas fueron Berard (AG2R), Rodríguez y Bandiera (Androni), Barbin (Bardiani), Tanner (Belkin), Gatto (Cannondale), Bono (Lampre-Merida), Duque (Colombia), Monsalve (Neri Sottoli), , Van der Sande (Lotto-Belisol), Weening (Orica-GreenEdge), Malacarne (Europcar), Puccio (Sky) y Vorganov (Katusha). El buen entendimiento en ese grupo puntero le permitió abrir un hueco de hasta ocho minutos a falta de 64 kilómetros para el final.
Nuevamente, los componentes del BMC volvieron a imponer un fuerte ritmo para evitar sorpresas, un ritmo que sacó a relucir la carencias de varios corredores, casos del australiano Matthews, vencedor de una etapa y líder hasta ayer, y del italiano Scarponi, ganador de la edición de 2011. En el tramo final, el entendimiento de los fugados dejó de funcionar y el marcaje y miradas entre ellos a ser una constante, pues nadie quería asumir la responsabilidad y malgastar fuerzas en el alto de la Roccheta Sandri, una tachuela de cuarta categoría cuya cima estaba ubicada a tan sólo 30 kilómetros de la línea de meta.
El español y excampeón olímpico Samuel Sánchez, compañero del líder Evans, era el más activo en el grupo principal; mientras que el australiano David Tanner (Belkin) dejaba a sus compañeros de aventura y coronó primero la Roccheta Sandri, con casi cuatro minutos sobre Evans, el colombiano Quintana (Movistar) que da la sensación de que está en un buen momento, y el resto de favoritos. La intentona de Tanner llevaba a su fin en las primeras rampas de Sestola. Pasó primero el holandés Pieter Weening (Orica) y luego el italiano Davide Malacarne (Europcar).
En el grupo principal, el relevo del Movistar lo cogió el Tinkoff Saxo que comanda el polaco Rafal Majka. El BMC de Evans se limitaba a seguir el ritmo que le marcaban. Los favoritos comenzaron su guerra particular a mitad del puerto puerto de dieciséis kilómetros y el primero en salir a escena fue el italiano Pozzovivo, luego el colombiano Rigoberto Urán y, tras ellos, Evans. El dúo de cabeza también mantenía su duelo particular con un marcaje que se decantó por la fuerza del holandés ante un italiano que intentó irse en varias ocasiones, pero sin éxito.
El que si tuvo éxito en los metros finales fue Pozzovivo que arañó casi medio minuto a Evans, a Diego Ulissi, vencedor de dos etapas, y al colombiano Rigoberto Urán, revelación en la pasada edición con su tercer puesto. El lunes será la segunda jornada de descanso y la carrera se reanudará el martes con la décima etapa, con salida en Módena y llegada en Salsomaggiore, de 184 kilómetros.