El estadounidense y ganador del Masters en 2012, Bubba Watson ha asestado un golpe importante tras la disputa de la segunda ronda de esta edición del Masters de Augusta, firmando una tarjeta con 68 golpes, para ubicar su score particular en 7 bajo par.
Con cinco birdies y un solo bogey en los últimos nueve hoyos de su recorrido en el día de hoy, ha almacenado en su mochila una renta de tres golpes sobre el australiano John Senden y cuatro sobre un grupo compuesto por el defensor del título, el también australiano Adam Scott, el danés Thomas Björn, el sueco Jonas Blixt y el estadounidense y gran revelación en esta temporada Jordan Spieth, que aspira a convertirse en el campeón del Masters más joven de la historia.
El veterano y campeón en 1992, Fred Couples, de 54 años, se ha situado en séptimo lugar con 2 bajo par, junto al líder de la FedExCup Jimmy Walker y su compatriota Jim Furyk.
Mal día para los españoles
La actuación de los nuestros ha dejado más oscuridad que otra cosa, destacando una nueva decepción del castellonense Sergio García, que ha sido incapaz de superar el corte en su torneo maldito. Tras firmar sendos bogeys en los dos últimos hoyos e irse a un acumulado total de cinco sobre par ha firmado su vuelta a casa precipitada y, en cierto modo inesperada, al llegar a esta cita con un estado de forma realmente brillante.
Jose Maria Olazábal, dos veces ganador del torneo, con un total de cuatro sobre par, ha conseguido superar por los pelos el corte, que ha quedado ubicado en idéntico registro, mientras el malagueño Miguel Angel Jimenez, parece no haberse sobrepuesto a la debacle de los segundos nueve hoyos de la primera ronda, justo cuando nos estaba brindando una autentica exhibición de juego, concluyendo con un total de 3 sobre par.
Mejor suerte ha corrido en esta ocasión, el madrileño Gonzalo Fernández-Castaño quien, tras firmar un excelente tres bajo par en la ronda se ha situado al par del campo, en decimoquinta posición, colocándose como el mejor de los nuestros.
Como viene siendo práctica habitual, el Masters no podía dejar de brindarnos su cara más desagradable para algunos nombres ilustres y consagrados, privándonos de la presencia en las dos últimas rondas de hombres como el estadounidense Phil Mickelson, que no fallaba un corte en el Masters desde 1997, el sudafricano Ernie Els, el inglés Luke Donald o el propio argentino y protagonista del playoff de la pasada edición, Ángel Cabrera.