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Diez datos increíbles sobre la Super Bowl

La final de la NFL se ha convertido en el mayor espectáculo del año… en el país que alberga los más grandes shows del planeta.

En los últimos días les hemos tratado de explicar por qué todo EEUU está tan enloquecido por un deporte que aquí, en Europa, nos parece tan raro. Hay muchas razones: es espectacular, intenso, con resultados igualados, un formato de competición que lo hace impredecible,…

Sin embargo, es evidente que la Super Bowl es algo más. Incluso personas que no sólo es que no son aficionadas el football, es que ni siquiera ven ningún deporte prácticamente nunca, se juntan con sus amigos para ver el partido. La final de la NFL se ha convertido en un acontecimiento social de primera magnitud.

Acción de Gracias o Navidad son las fiestas familiares. La Super Bowl es el día de los amigos. Algo así como un 4 de julio en pleno invierno. Una ocasión para montar una fiesta en casa, invitar a los colegas, a sus familias y juntarse alrededor de la tele y la mesa. Por eso ofrece datos tan increíbles. Los medios americanos recapitulan estos días todo tipo de estadísticas. Las siguientes son sólo una decena de cifras. Quizás las que mejor explican hasta donde llega la locura por este partido:

700.000: se dice que esta cantidad (unos 520.000 euros) es lo que se ha llegado a pagar por una suite de lujo en el MetLife Stadium (ya sabemos que los estadios norteamericanos son completamente diferentes a los europeos). Evidentemente, la factura media para los 82.500 fans que llenarán el coliseum no será tan alta. Pero en internet los tickets normalitos se vendían en la última semana a unos 3.000 dólares (unos 2.200 euros).

1.230 millones de alitas de pollo: las estadísticas dicen que este domingo es el segundo día del año en consumo de comida, sólo por detrás de Acción de Gracias. Eso sí, hay diferencias. En noviembre, triunfa el pavo. Hoy lo hará la comida rápida, fácil de ingerir delante de la tele: 48 millones de americanos pedirán algo a un restaurante (sólo Domino’s Pizza calcula 11 millones de unidades vendidas), se consumirán 11,2 millones de libras de patatas fritas. Sólo en el estadio, estaremos cerca de los 55.000 perritos calientes. No es normal que también sea un día muy esperado por las farmacéuticas: el lunes las ventas de sales para el estómago crecerán un 20% respecto a una semana normal.

50 millones de cajas de cerveza: no solo de pan vive el hombre. Los aficionados se ayudarán de su cerveza favorita para pasar las patatas, los nachos y las hamburguesas. Tocan a más de una birrita de media por americano adulto.

1 de cada tres estadounidenses apostará: los deportes norteamericanos no son como los europeos. Allí el draft y el formato de la liga provocan que no haya equipos dominadores durante décadas. En la NFL, los Pittsburgh Steelers, los Dallas Cowboys o los Green Bay Packers están entre los preferidos, pero ni de broma se acercan a la cantidad de seguidores que en España tienen Madrid o Barça (o Manchester United y Liverpool en Inglaterra). Por eso, para que el partido entre Denver y Seattle tenga algo más de interés, los norteamericanos se jugarán unos dólares. Se estima que uno de cada tres adultos apostará dinero en la Súper Bowl. Son casi 100 millones de personas. Podríamos estar hablando de unos 10.000 millones de euros en total.

111 millones de espectadores: nueve de los diez programas más vistos en la historia de la televisión norteamericana son Super Bowls. Sólo el último episodio de M.A.S.H. logró superar también la barrera de los 100 millones de espectadores, allá por 1983. Y hoy, con el reclamo de Peyton Manning, se podrían sobrepasar todos los registros, aunque es cierto que Broncos y Seahawks no están entre los equipos más populares del país.

4 millones de dólares es lo que costar un anuncio de 30 segundos durante el partido. De hecho, esto también se ha convertido en una tradición. Las marcas esperan a esta ocasión para lanzar sus nuevas campañas y sorprender con anuncios diferentes. Y los televidentes votan por sus preferidos en internet. Tanto los aciertos como las pifias de los anunciantes serán objeto de análisis y comentario a lo largo de toda la semana.

11 millones de dólares se gastará la NFL en la seguridad del evento. Hablamos de más de 3.000 guardias de seguridad y unos 700 miembros de las fuerzas de seguridad pública. No está nada mal, más aún en un país en el que no existen problemas de orden público relacionados con el deporte. Pero la amenaza de un atentado terrorista en una noche como ésta es algo que no puede descuidarse.

92.000 dólares para cada jugador del equipo ganador. Con los sueldos millonarios que reciben, ésta cantidad parece casi una propina. Quizás sea la cifra menos apabullante de la noche y sin embargo es la que se llevarán a casa los verdaderos protagonistas, los jugadores.

150 millones de dólares de impacto en la ciudad de Nueva York. Aunque el MetLife Stadium está en New Jersey, está claro que ésta es la Super Bowl de Nueva York. Hacia medio siglo que la final no tenía lugar en la Gran Manzana (la NFL busca lugares con buen tiempo o estadios cubiertos para asegurarse el espectáculo). El año pasado, en Indianápolis, los visitantes se dejaron 150 millones de dólares. Porque no sólo los que tienen entrada viajan. Con ellos van curiosos, periodistas, fans,… Hasta 400.000 personas podrían desplazarse al área con motivo del partido.

0 dólares es lo que cobrarán Bruno Mars y Red Hot Chili Peppers por participar en el show del descanso. Tener una audiencia de más de 100 millones de personas es suficiente premio (aunque la NFL sí paga los gastos y a los demás intervinientes, como bailarines, montadores, etc..). De hecho, todos los artistas de EEUU luchan por estar un año en el magnífico escenario que en menos de 5 minutos se monta en el centro de la cancha. Por cierto, en las dos últimas ediciones, con Madonna y Beyonce, el rating de su actuación estuvo un poco por encima de la media del propio partido (aunque los momentos clave del mismo, en el último cuarto, siguen siendo lo más visto del día).

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Zanoni y Cia: todas estas cifras en España son ciencia ficción. Aquí el fútbol americano es un deporte minoritario. Probablemente, sólo unos pocos miles de espectadores trasnocharán para ver el partido. Por eso, no queríamos acabar esta serie de artículos sobre la Super Bowl sin mandar un agradecimiento a Andrea Zanoni, Miguel Ángel Calleja y Moisés Molina, los comentaristas que cada semana nos acercan a los españoles la magia de la NFL. Su entusiasmo y profesionalidad son un complemento perfecto para los partidos. Si alguien nunca ha visto uno, el de esta noche es una buena excusa. Y los comentarios de Zanoni, Calleja y Molina le ayudarán a no estar tan perdido como pudiera temerse.

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