Usain Bolt está a punto de publicar su autobiografía, Como un rayo, en la que desvela algunos episodios ocultos de su vida que no van a dejar indiferente a nadie. Desde su relación con las drogas, el sexo y alocadas fiestas con actrices famosas a la peculiar relación que mantiene con sus padres.
Aunque todavía no se ha publicado el libro, el diario alemán Bild recoge extractos en los que el jamaicano confiesa algunos aspectos de su vida personal. Uno de los más llamativos se refiere a su relación con las mujeres, el éxito que tiene desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008: "Después del éxito en Pekín se me tiraban a los pies. Podía elegir a las que quisiera. Me ponía en plan 'bueno, a ver... ¿Ésta? ¿O quizá ésta? No, tú, tú, vente conmigo'. Fue un sueño hecho realidad. Yo tenía 22 años y me daba la impresión de estar en una tienda de chuches", afirma Bolt.
Fiesta famosas
El atleta admite que su entrenador llegó a preocuparse y quiso prohibirle "tener sexo". "Si le hubiera hecho caso, me habría vuelto loco. Yo lo tenía claro: para ser rápido y ganar a lo grande, a veces hay que darle caña", relata. En su vida también tenían cabida las fiestas y, entre ellas, destaca una con la modelo Heidi Klum y la actriz Sandra Bullock.
"Estaba de gira promocional en Hollywood y me preguntaron si podían venirse con nosotros de fiesta. Se habían arreglado, estaban guapas. Nos lo pasamos genial, bailamos y bebimos champán. Pero pese a lo que se ha dicho, no pasó nada. Aunque sinceramente habría estado genial, porque ¿quién da calabazas a Heidi y Sandra?", agrega.
Bolt tampoco tiene problema en hablar de su relación con la marihuana y relata un breve contacto con las drogas. "Sólo probé uno y me pareció asqueroso. Cuando jugábamos a fútbol de pequeños en el parque había chicos que los pasaban y un día me lancé, pero me arrepentí de inmediato", sostiene.
Relación con sus padres
Otro de los capítulos que trata en su biografía es la relación que mantiene con sus padres: "Podemos hablar de todo. Y sé que cada vez que les llamo por teléfono tarde o temprano saldrá el tema de su vida sexual, sobre todo si es papá con quien hablo", señala.
Aunque habla con humor de sus progenitores, también recuerda los severos castigos que sufría por parte de su padre cuando era pequeño. "Me pegaba cuando era un niño y hacía travesuras, con el cinturón o con la mano. Dolía, y yo lloraba, pero me ha permitido saber la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal", sostiene.