La selección indígena de México, formada por niños de la comunidad Triqui de Oaxaca, ha dado la vuelta al mundo después de ganar el IV Festival Mundial de Minibasket, disputado en Córdoba (Argentina), jugando con los pies descalzos.
El equipo mexicano, formado por 25 niños de entre 8 y 11 años, arrasó a todos sus rivales en un torneo en el que participaron 8.000 niños en 54 equipos, procedentes de ocho países de Latinoamérica. Ganaron los seis partidos que disputaron y despertaron la admiración de todos los presentes, al comparecer con varios de sus jugadores descalzos en cada uno de los encuentros.
Ovacionados por todos los asistentes, su historia ha dado la vuelta al mundo y de ello se hizo eco hasta el presidente de México, Enrique Peña Nieto, que aseguró que "las victorias del equipo Triqui de la Academia de Oaxaca son un orgullo para los mexicanos". Recibidos con aplausos por los diputados de la Cámara Nacional, se han convertido en todo un símbolo para el pueblo indígena.