De nuevo, Usain Bolt cruzó la meta el primero. El ser humano más rápido del planeta consiguió este sábado en Moscú su tercer título mundial consecutivo de 200 metros, su séptima medalla de oro en la historia del torneo, completando un triplete inédito con una marca de 19.66.
Jamaica, que aspiraba a copar el podio como en los Juegos Olímpicos de Londres, hubo de conformarse con oro y plata, ya que Warren Weir cruzó la meta a continuación con 19.79, su mejor registro personal, pero el estadounidense Curtis Mitchell, con 20.04, dejó fuera por una centésima al tercer jamaicano, Nickel Ashmeade.
El triunfo de Bolt se daba por descontado en su distancia predilecta. Sólo una pequeña herida en un pie, producto de un tropezón en los entrenamientos, se interponía entre el plusmarquista mundial y la medalla de oro.
Bolt partió lento (177 milésimas) pero no necesitaba precipitarse, tal es la superioridad que exhibe desde hace años sobre sus rivales. En la curva ya había tomado la compensación a todos.
Seis días después de recuperar el título de 100 metros con su mejor registro del año (9.77), ocho centésimas por delante del estadounidense Justin Gatlin, Bolt ya tiene el doblete y mañana, en la jornada de clausura, aspira a ganar la tercera, ahora como miembro del relevo 4x100.
Han transcurrido ocho años desde que en los Mundiales de Helsinki 2005 un larguirucho Bolt, con 18 años, fue octavo y último en la final de 200 después de sufrir un tirón muscular a 50 metros de la meta cuando iba quinto. Justin Gatlin encabezó con 20.04 una barrida estadounidense con otros tres a continuación: Wallace Spearmon, John Capel y Tyson Gay.
El domingo, último día de competición, Bolt podrá convertirse en el atleta más laureado de la historia en campeonatos del mundo, si consigue la medalla de oro con el relevo 4x100. Sería la octava del metal más noble y la décima en total, superando al estadounidense Carl Lewis.