La selección española femenina de waterpolo, entrenada por Miki Oca, ha vuelto a hacer historia y se ha clasificado para la final del Mundial después de derrotar a Hungría por 13-12 y se jugará la gloria del oro ante Australia el próximo viernes.
Una gran reacción entre el tercer y el cuarto final demostró el carácter del equipo español. Las de Oca dejaron a cero a su rival en los últimos 10.46 minutos, en un tiempo en el que le dieron la vuelta a la situación y pasaron de perder (9-12) a imponerse con gran solvencia (13-12). Es el triunfo de la calidad y de la fe en las posibilidades. Un equipo desconocido hace un par de años, llegó el verano pasado a la final del Mundial cuando en España ni se conocía la composición del equipo.
Un verano después, España conoce a las guerreras, que hoy lo volvieron a demostrar de lo que son capaces, incluso en el peor de los escenarios y con la máxima presión en sus brazos y en sus mentes.
Pero en ese escenario se mueven bien. Especialmente Anna Espar, ausente durante muchos partidos, y que fue la máxima goleadora con 4 goles, pero sobre todo la portera Laura Ester, el pilar del equipo, cimentado en una espectacular defensa de ayudas ante la que nada pudo hacer el potente equipo magiar.
El partido fue trepidante. 5-5 al término del primer cuarto, 9-9 al término del segundo. En el tercero, cuando las muñecas tiemblan, las húngaras parecía que estaban en mejor situación. Se adelantaron 9-12 a 3:14 del final del cuarto. Maica García anotó el 10-12 y en tres jugadas pareció que el mundo se le venía abajo al equipo español, que falló un penalti, lanzó un balón al palo y sufrió una exclusión consecutivamente.
Cuando a 32 segundos para el final del tercer cuarto anotó el 11-12, Espar, España ya sabía de lo que era capaz. En el cuarto final, cuando la presión era máxima, las de Oca demostraron ese carácter reservado solo a las fuera de serie.
Apareció Laura Ester con sus paradas y, sobre todo, Laura López, que empató el partido a 4:26 para el final y anotó el 13-12 definitivo a 3:14. A 22 segundos del final, Tarragó pudo cerrar el partido, pero la emoción duró hasta el último segundo. Las húngaras tuvieron la oportunidad con España jugando con dos menos. Laura Ester lo volvió a hacer.