Todo visto para sentencia en el Tour de Francia. La penúltima etapa de la presente edición, antes de que la carrera llegue este domingo a París, ha tenido como gran protagonista a Nairo Quintana. Ya venía pisando fuerte estos días atrás el colombiano, de 23 años, pero lo de este sábado ha sido un auténtico espectáculo. El de Boyacá, debutante en la Grande Boucle, se ha doctorado con una gran victoria en Semnoz, amarrando el maillot blanco como mejor joven, proclamándose rey de la montaña y aupándose al segundo puesto de la clasificación general. Todo un golpe maestro el que ha dado este humilde y prometedor ciclista del Movistar.
Quintana ha ganado la vigésima etapa con 18 segundos de ventaja sobre Joaquim Rodríguez (Katusha) y 29 sobre Chris Froome (Sky). El catalán es el otro gran beneficiado del día al situarse tercero en la general, a 5:47 del maillot amarillo y a sólo 44 segundos del sudamericano. Todo un premio para Purito Rodríguez, que acompañará a Froome y al colombiano en el podio final de los Campos Elíseos.
La otra cara de la moneda la representa Alberto Contador (Saxo Bank). El ciclista de Pinto, vencedor de la Grande Boucle en 2007 y 2009 –también ganó hace tres años en la carretera, aunque el TAS le desposeyó del título por su positivo por clembuterol–, era hasta ahora segundo en la general, con Quintana al acecho, pero se acaba cayendo del podio al derrumbarse en la ascensión al puerto especial de Semnoz, de categoría especial, una subida inédita de 10,7 kilómetros al 8,5 por ciento de pendiente media. Contador se ha dejado casi dos minutos y medio con el colombiano y finalmente acaba cuarto en la general, a 7:10 de Froome. Medalla de chocolate para el madrileño.
Quintana supera así a su compatriota Fabio Parra, que subió al cajón de París en 1988, cuando fue tercero tras Perico Delgado y Steven Rooks. El corredor del Movistar le supera en un puesto y, sobre todo, demuestra que, a sus 23 años, tiene un enorme porvenir en el Tour. Además de ser el único corredor capaz de plantar cara al intratable Froome, Nairo ha dejado buenas muestras de que está llamado a hacer grandes cosas en un futuro no muy lejano.
Purito, por su parte, también sube al podio final en la Grande Boucle después de haberlo hecho dos veces en la Vuelta a España –tercero en las ediciones de 2010 y 2012– y una en el Giro de Italia –segundo el año pasado tras el canadiense Ryder Hesjedal–. Le faltaba el Tour y ya lo tiene.
El corredor de Parets ha acabado recogiendo los frutos al trabajo y, sobre todo, a la valentía. Subió casi en solitario el Semnoz tras haber reprochado a Quintana su falta de colaboración. E incluso pudo con Froome, el indiscutible maillot amarillo que no sólo vuela en las contrarrelojes, sino que también se presenta fortísimo en la montaña, como ya demostró en las etapas del Ax 3 Domaines y el Mont Ventoux.
Viendo que Contador y Roman Kreuziger no seguían el ritmo de los mejores, tras romperse la carrera debido al fortísimo ritmo que imprimían el Sky y el Movistar, Purito echó el resto en la ascensión y sólo Quintana le acabó ganando la última gran batalla del Tour por apenas 18 segundos. La recompensa, el merecido podio de París. El jefe de filas del Katusha decía que prefería esto a cazar alguna etapa.
El Tour de Francia 2013 echa el cierre este domingo con la disputa de la vigésimo primera y última etapa, de 133,5 kilómetros llanos entre Versalles y los Campos Elíseos de París. Un paseo triunfal para Froome, sin duda el hombre más fuerte del pelotón. La gran novedad este año es que la parte final de la carrera se disputará por la noche. La Ciudad de la Luz se exhibirá ante el mundo con toda su belleza y su magia.