Mark Cavendish ha vivido una triste jornada en el Tour de Francia, cuando el público le abucheó, le insultó e incluso le lanzó orina y escupitajos durante su contrarreloj en Mont-Saint-Michel, tras haber provocado la víspera una caída en el esprint de Saint-Malo.
El ciclista británico, que no fue sancionado por los jueces por el gesto que provocó la caída del holandés Tom Veelers, sí recibió la hostilidad del público y, según palabras de Patrick Lefevere, el director del Omega, se encuentra "algo abatido".
Durante el recorrido, además de escuchar los abucheos de una parte del público, "un idiota le ha lanzado orina", aseguró el director de la formación belga. Lefevere ha dicho que el ciclista de la Isla de Man, que ha ganado 24 etapas en el Tour de Francia, "no merece ese trato" y ha recordado que los comisarios de la prueba no sólo no le sancionaron, sino que consideraron que el incidente fue culpa de Veelers.
El incidente se produjo cuando Cavendish trató de hacerse hueco con el hombro frente a Veelers, al que derribó para tratar de luchar por el esprint con los alemanes Marcel Kittel y André Greipel y el eslovaco Peter Sagan.
En su caída, el holandés no arrastró a ningún otro compañero y no sufrió heridas de gravedad, por lo que el incidente no tuvo consecuencias graves. En un primer momento, Veelers culpó a Cavendish del incidente, aunque Kittel quitó hierro a la situación y afirmó que se trataba de "mala suerte". Lefevere, por su parte, anunciaba este miércoles por la mañana, que Cavendish se disculparía con Veelers antes de que comenzase la crono de Mont-Saint-Michel.